«Si lo tengo, prefiero no saberlo»

A pesar del nivel de concienciación con este tipo de carcinoma, del que en 2009 se diagnosticaron 22.000 nuevos casos , todavía una de cada cinco españolas no acude a las revisiones que pueden detectar de manera precoz la enfermedad, según un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Bien es cierto que se trata de una prueba algo molesta, pero tiene una efectividad del 85-95% en la detección del tumor y permite el diagnóstico antes de la aparición de los primeros síntomas.

Las dudas sobre la edad mínima recomendada para iniciar las pruebas periódicas (se recomienda comenzar a los 50 años), la desiformación, disponer únicamente de cobertura sanitaria pública o tener a su cargo a una persona con discapacidad son otros factores que, según apunta el informe de la AECC, desaniman a las mujeres a dar el paso.

No fue el caso de María Jesús Cano, superviviente de cáncer de mama, que, a los 40 años y con antecedentes de esta enfermedad en su familia, solicitó a su ginecóloga realizarse una mamografía. «Me dieron cita un año después, pero en la mamografía no vieron nada. Fue en la ecografía mamaria donde me vieron dos nódulos pequeños y decidieron operarme. Lo peor vino después, con la quimioterapia», explica María Jesús, ya curada, que reconoce que aunque al principio se vino abajo, consiguió remontar gracias a su fuerza y al apoyo de su marido y el resto de su familia.

Gracias al diagnóstico precoz, seis años después, María Jesús puede contar su historia como imagen de la campaña contra el cáncer de mama de la AECC, que este año tiene como objetivo concienciar a las mujeres en edad de riesgo de la importancia de someterse a una mamografía con regularidad y transmitir el beneficio de la prueba.