Satisfacción en el Vaticano por el triunfo de la libertad religiosa
El fallo «restablece la confianza» en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
JUAN VICENTE BOO/A. G. FUENTES
El Vaticano manifestó ayer su «satisfacción» por «una sentencia que hace historia» y que «contribuye eficazmente a restablecer la confianza en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos». El fallo, que permite mantener los crucifijos en las aulas de los colegios es, según el Vaticano, un ... triunfo de la libertad religiosa, que incluye el derecho a exhibir símbolos religiosos en lugares públicos, mientras que prohibirlos es una negación de esa libertad. Es también la confirmación práctica de las raíces cristianas de Europa, defendidas vigorosamente por Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En un extenso comunicado, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, menciona también que la sentencia reconoce el principio de subsidiariedad, que lleva a «garantizar a cada país un margen de valoración de la importancia de los símbolos religiosos en su propia historia cultural y en su identidad nacional».
Una confianza resentida
Lombardi puntualiza que «en caso contrario, se tendería, en nombre de la libertad religiosa, a limitar o incluso negar esa misma libertad, terminando por excluir del espacio público cualquiera de sus expresiones».
El Vaticano señala que la sentencia de la Gran Cámara, tomada por una abrumadora mayoría de 15 votos frente a dos, «contribuye eficazmente a restablecer la confianza en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos», seriamente resentida en el año 2009. Entonces una de sus secciones emitió sentencia contraria al Estado italiano por permitir la presencia del crucifijo en una escuela de un pueblecito de la región del Véneto, al que se oponía la madre de un alumno.
La voz de los ciudadanos
La satisfacción por la sentencia firme e irrecurrible de la Gran Sala se extendió ayer al Gobierno italiano. En un comunicado, el ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, aseguró que con este fallo «ha vencido el sentimiento popular de Europa, porque la decisión del Tribunal de Estrasburgo interpreta sobre todo la voz de los ciudadanos en defensa de los propios valores y de la propia identidad». El titular de Exteriores también señaló que espera que después de esta decisión judicial, «Europa vuelva a afrontar con el mismo coraje el tema de la tolerancia y de la libertad religiosa».
La ministra italiana de Educación, Mariastella Gelmini, señaló, por su parte, que se trata de «una gran victoria para la defensa de un símbolo irrenunciable de la historia y de la identidad cultural de nuestro país». «Siento una profunda satisfacción por el pronunciamiento en el que se reconoce gran parte del pueblo italiano». «El Crucifijo —añadió— sintetiza los valores del cristianismo, los principios sobre los que se apoya la cultura europea y la propia civilización occidental: el respeto de la dignidad de la persona humana y de su libertad».
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