«Vengo con el corazón abierto de par en par, con toda mi alma y mi ilusión»

Durante su saludo, ya proclamado obispo, Elizalde se ha emocionado y ha tenido que interrumpirse cuando ilustraba esa «ilusión» con la que ha explicado que asume el cargo en sustitución de Miguel Asurmendi. «La prueba de ello es que viene a vivir conmigo mi madre. Cuando se la presenté al Papa le dije: "Es mi madre y viene a vivir conmigo a Vitoria". Y él, con su habitual humor, le dijo: "¡Pues cuídelo bien, que estos obispos jóvenes no se saben cuidar!". Creo que también vosotros me cuidaréis, nos cuidaréis», ha afirmado.

Elizalde ha explicado que acude a la Diócesis de Vitoria «como el que sirve, como pastor que a veces tendrá que ir por delante, otras en medio y otras al final , recogiendo a los últimos». «¿Os animáis conmigo a comenzar este camino, como decía el Papa, obispo y pueblo? ¿Os animáis, hermanos sacerdotes y diáconos de Vitoria, a formar un equipo, un presbisterio que transmita su alegría y su pasión a nuevas vocaciones para una nueva evangelización?», ha preguntado. «¿Os animáis, religiosos y religiosas de Vitoria, a reiniciar conmigo un camino de paz y reconciliación en nuestra tierra dessde la oración y las iniciativas audaces?», ha proseguido.

«¿Os animáis, familias, niños, jóvenes, adultos y ancianos a proclamar conmigo a los cuatro vientos la alegría del Evangelio y la verdad sobre la familia, para construir una sociedad verdaderamente humana?», ha incidido. « Los pobres son los primeros beneficiarios de esta fiesta eclesial . La Iglesia de Vitoria es para ellos y mi corazón también. ¿Os animáis a que sigan siendo los pobres, los parados, los inmigrantes, los marginados, los enfermos, los últimos, el corazón de la Iglesia de Vitoria?», ha añadido en su alocución, que ha girado en torno a tres palabras, las que el Papa Francisco, ha recordado, «repite a menudo que en la convivencia familiar no pueden faltar»: «gracias, perdón y por favor".

En su homilía, Monseñor Renzo Fratini ha recordado las cualidades que debe reunir un obispo, que ha de ser «un hombre de fe», «un hombre de servicio» y un «hombre de corazón compasivo». «Que correspondas con toda confianza siempre fiel al Señor , fiel a tu ministerio como servicio al pueblo de Dios, al servicio de los más pobres, como hombre animado de la compasión. Que cada uno pueda experimentar el cuidado amoroso del Buen Pastor a través de tu trato cercano», ha transmitido a Elizalde, a quien ha felicitado «muy cordialmente» por su nuevo cargo.

«Sé bienvenido, hermano Juan Carlos, para formar parte de este pueblo, de esta Iglesia, que hoy te acoge con ilusión y esperanza como su buen pastor . Que Dios te guíe y acompañe en la etapa que vas a recorrer junto con toda la Iglesia Diocesana de Vitoria», ha expresado el obispo emérito de Vitoria, Miguel Asurmendi, quien decidió retirarse del cargo al alcanzar la edad de jubilación.

A la ceremonia, celebrada en una catedral abarrotada de público , han acudido los delegados del Gobierno en el País Vasco y Navarra, así como representantes del Ayuntamiento de Vitoria, las Juntas Generales de Álava y Diputación foral.