Día Mundial para la Prevención del Suicidio
Los suicidios de los médicos ponen en alerta a la profesión: «Los tres últimos casos nos tienen que hacer reflexionar»
Tras la primera ola de Covid el 3,5% de los sanitarios pensaban en quitarse la vida, una cifra que duplica la del resto de la población

Durante los últimos meses se han quitado la vida al menos tres sanitarios en España, dos de ellos médicos residentes. Si antes de la pandemia el porcentaje de suicidios ya era superior entre los trabajadores de la salud (1,3%) que en la ... población general (0,8%), según datos de 2019, esta conducta se ha agravado debido a la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus.
«Toda la población se ha visto afectada y ha empeorado su salud mental, pero los sanitarios y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se han llevado la peor parte porque lo han vivido en primera línea y de forma muy intensa y ahora sufren estrés postraumático en mayor medida que la población general», explica José Antonio Luengo, especialista en Psicología Educativa y Sanitaria y Decano del Colegio de la Psicología de Madrid.
Tras los primeros meses de pandemia, casi la mitad de los profesionales sanitarios de España presenta un riesgo alto de trastorno mental después de trabajar en la primera ola de Covid y un 3,5% piensan en el suicidio, más del doble que el resto de la población , tal como indican dos estudios liderados por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y médicos del Hospital del Mar y del CIBER.
«Durante esta pandemia se ha visto incrementado el número de horas de trabajo , han tenido que enfrentarse en muchísimas ocasiones enfrentarse a dilemas éticos que nunca habían tenido y todo esto hace mella en la salud mental », indica Manuela García vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM)
Desde el CGCOM no consideran que estos últimos tres casos sean la punta del iceberg del problema, pero sí les preocupa que la conducta suicida aumente todavía más al mismo tiempo que empeora la salud mental. «Estos tres suicidios nos tienen que hacer reflexionar a los tutores MIR y al resto de compañeros porque cuidar a quien te cuida es muy importante», apunta García.
Los residentes, «el eslabón más débil»
La vicepresidenta segunda del CGCOM apunta además que en dos de los suicidios entre sanitarios conocidos en los últimos meses, las víctimas eran residentes, «el eslabón más débil», ya que era la primera vez que se enfrentaban a experiencias graves de estrés y altos índices de mortalidad en los hospitales.
«La situación sanitaria ha explotado y está sobrecargada de pacientes que requieren atención médica y todo esto está dando lugar está llevando a mayor presión y los residentes llevan a veces la mayor parte del trabajo. Si a esto le sumas las condiciones que tenemos y la fatiga, el resultado es un deterioro de la salud tremend o», explica Alejandro Cuéllar, portavoz de la plataforma FSE Unida y médico residente. Él mismo vivió hace pocos días una situación que le llevó a pensar: «dejo la bata y si quieres que me despidan». Y lo peor es que sus compañeros ya le han advertido de que no será la última vez que esto ocurra.
Quique Cuñat, residente de cuarto año y representante de la Asociación MIR España (AME) señala que en el caso de los residentes se juntan varios factores que favorecen a la aparición de enfermedades mentales, depresión y que pueden empeorar cualquier problema previo . «Falta de experiencia a la hora de enfrentarse a los problemas que se dan en el día a día en un centro sanitario, una falta de supervisión que desencadena en más inseguridad, con cualquier mínimo error te martirizas por que de lo que hagas depende la vida de una persona, unas jornadas laborales muy largas con turnos de 24 horas que acentúan más todavía lo anterior, un cocktail que puede favorecer a que esto ocurra. No sólo los suicidios sino también los intentos, que son muchos», apunta Cuñat.
¿Cómo solucionar esto? Ambos residentes lo tienen muy claro: «cumpliendo la ley», que pone límites a la horas y guardias maratonianas que se pueden hacer para evitar precisamente la saturación que desencadena este tipo de problemas.
En un estudio realizado entre julio y octubre de 2020 por un equipo de investigadores de la Fundación Galatea, la Organización Médica Colegial y Mutual Médica, el 60% de los sanitarios encuestados afirmaron sufrir el síndrome de burnout , una forma de estrés que se cronifica y que cursa en forma de hartazgo y de agotamiento personal, profesional o en la relación de los pacientes. Antes de la crisis sanitaria este síndrome afectaba al 30%, la mitad. De hecho, el 50% de los participantes en el estudio tenían la sensación de «no poder más».
Daniel López Vega, psicólogo y presidente de la a Asociación de Profesionales en Prevención y Postvención de la Conducta Suicida 'Papageno', destaca además que aunque durante los meses más duros de la pandemia, en los que la cantidad de pacientes sobrepasaba la capacidad de los sanitarios y el desconocimiento de la enfermedad empeoraba todavía más la situación, el problema de la salud mental estaba dormido, pero ha despertado 'a posteriori'. «Durante hechos traumáticos como este o las catástrofes naturales lo grave llega después », asegura.
Además de estos factores, el hecho de que los sanitarios tengan más conocimientos sobre el comportamiento del cuerpo humano y acceso a medicamentos, puede favorecer el hecho de que sean una profesión con mayor riesgo de conducta suicida que la población general. «Esto ha sido así siempre, pero sí que estamos preocupados por cómo la pandemia y, sobre todo, la presión asistencial, puede agravar este problema », afirma Andoni Anséan, psicólogo y presidente de la Sociedad Española de Suicidología y de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio.
3.671 suicidios en 2019
En España, casi 4.000 personas se quitan la vida cada año (3.671 en el año 2019 según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística) y este problema «se merece una estrategia propia a nivel nacional que no ha anunciado ningún Gobierno. Nunca se han preocupado por la prevención del suicidio y ahora están anunciando un plan dentro de la estrategia de salud mental que nosotros como fundación no conocemos», denuncia Anseán.
Justo para denunciar esta dejadez del Gobierno y del Ministerio de Sanidad, asociaciones y afectados han convocado una manifestación este sábado 11 de septiembre a las 12.00 horas que empezará frente al ministerio de Sanidad y acabará en la madrileña Puerta del Sol para pedir medidas de prevención del suicidio y atender la salud mental.
En 2019 la ex ministra de Sanidad María Luisa Carcedo anunció un teléfono de prevención del suicidio gratuito , activo las 24 horas y con un funcionamiento similar al 016 para casos de violencia de género, pero es « otra de las promesas incumplidas en materia de salud mental», denuncian los afectados y expertos. En su defecto, existen organizaciones que han puesto en marcha los recursos para dar esta atención tan necesaria. Ejemplo de ello son el teléfono contra el suicidio 911 385 385 y el teléfono de la esperanza 717 003 717, además del de emergencias (112).
Señales de alerta
Pero no solo los profesionales de la salud pueden ayudar a frenar la conducta suicida. El entorno de los afectados juega en muchas ocasiones un papel clave detectando señales de alerta. El experto López Vega explica a ABC algunas de las más comunes: «Empiezan a pensar mal de sí mismas, de su entorno y de su futuro, al que ven con desesperanza . También se aíslan , comienzan a tener comportamientos temerarios , creen que son una molestia y que si mueren nadie les echará de menos. También señalan que lo único que quieren es descansar y la mayoría hablan abiertamente de lo que les sucede, pero no se les toma en cuenta ».
Otra de las pistas que puede dejar una persona que haya planeado quitarse la vida es « que se despidan de sus seres queridos, que repartan sus pertenencias y que haya cambios bruscos en su estado emocional», explica. «Hay veces que el entorno se relaja indebidamente porque la persona que se suicida por una depresión lo suele hacer cuando está mejor . El afectado piensa que va a dejar de sufrir y eso le hace mejorar su estado de ánimo. Además, cuando una persona está depresiva no tiene ganas de hacer nada, cuando está recuperada es capaz de pensar cómo quitarse la vida, que es algo complicado», indica López Vega.
También es muy importante para mejorar en la prevención del suicidio luchar contra los mitos y uno de los más extendidos es que quienes se quitan la vida son enfermos mentales. « No todas las personas que tienen una conducta suicida tienen un trastorno mental . Esto viene también por un sufrimiento psicológico que te colapsa y es entonces cuando la persona que lo padece decide acabar con todo», concluye Luengo.
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