La Sirenita de Copenhague está demasiado desnuda para Facebook

«La Sirenita está demasiado desnuda para Facebook. No podía imaginar que nuestro tesoro nacional podría entrar en la misma», escribía Gjerskov en la red social junto con una captura de pantalla en la que Facebook rechazaba la fotografía por contener «demasiada piel desnuda o matices sexuales ». Tras la protesta de la diputada social demócrata, Facebook permitió, finalmente, la utilización de la fotografía.

Sin embargo, esta anécdota no es la única polémica que envuelve la reproducción fotográfica de la escultura de Edvard Eriksen , instalada sobre una roca en Langelinie, uno de muelles sobre el mar Báltico de la ciudad de Copenhague.

Los medios de comunicación daneses evitan la publicación de su fotografía por miedo a recibir facturas de los herederos del escultor, ya que la estatua de la protagonista de uno de los cuentos más famosos de Hans Christian Andersen está protegida por derechos de autor hasta 2030. Según la legislación danesa, las fotos de La Sirenita y de otras obras de arte no pueden usarse con fines comerciales cuando la obra es el centro de la foto. Por lo tanto, su uso en los medios puede ser considerado un fin comercial según la ley, a menos que entre en el contexto de una noticia, algo que no siempre está claro para los herederos de Eriksen. Como ejemplo, el periódico danés Berlingske tuvo que pagar una multa de 10.000 coronas (1.340 euros) en 2005 por utilizar una foto de la escultura para ilustrar un artículo sobre la industria del turismo en Dinamarca.

La Sirenita fue un regalo a la ciudad de Copenhague del propietario de Carslberg, Carl Jacobsen , en 1913. Es la estatua más fotografiada de Dinamarca con más de 5 millones de fotos por año y es el icono de la ciudad escandinava con casi un millón de visitas anuales. Ha sufrido varios ataques de vandalismo en los cuales desapareció su cabeza en tres ocasiones, perdió un brazo, apareció cubierta por pintura y fue arrancada de su pedestal por explosivos, pero, según se cuenta, la escultura situada en la roca de la bahía de Copenhague no es la original que, al parecer, esta guardada en un lugar secreto por los herederos de Eriksen.