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«Ha sido un regalo de Dios»

Las tres familias que regresaron con el Santo Padre a Roma recibieron la noticia entre lágrimas de emoción

El Papa da la bienvenida a un grupo de refugiados que viajaron con él a Roma EFE

BEGOÑA CASTIELLA

Detrás de la alambrada que rodea el centro de acogida (hotspot) de Moria, los sirios que llegaron después del 20 de marzo esperan. Acaba de pasar el Papa. « Estamos bloqueados , con miedo a ser devueltos a Turquía, a una cárcel y ... no llegar nunca a Europa. Ojalá esta visita cambie la situación. Queremos ser libres». Tariq, con sus padres y hermanos, esperaba seguir su viaje como el resto de sus conocidos de Alepo y poder llegar a Alemania. Pero salieron más tarde, a finales del mes pasado. Ahora está en este centro de acogida, que se ha convertido en detención, 3.500 personas en un centro cerrado, con el temor de que serán deportados de nuevo a Turquía, ingresando en otro centro, también cerrado.

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