Cinco comunidades se oponen a que las nuevas «reválidas» evalúen a sus alumnos

La reunión de la Conferencia Sectorial de Educación ha tenido lugar el mismo día que un informe de la Fundación BBVA y del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) alertaba de que los estudiantes españoles se encuentran a la cola en excelencia entre los países de su entorno.

En concreto, han mostrado su oposición a la medida tres comunidades con gobierno socialista -Andalucía, País Vasco y Asturias-, además de Cataluña y Canarias.

La consejera andaluza , Mar Moreno, advirtió de que Wert parece querer conducir la escuela actual a «la de los años 60 y a la sociedad de los años 60», en la que «quien podía, podía y quien no, pasaba por grandes dificultades para seguir en el sistema». Moreno se muestra segura de que el rechazo de Andalucía a la reforma es compartido por la «inmensa mayoría de la comunidad educativa» porque se trata de una «ley de obstáculos» y una «autopista fantástica» hacia los estudios superiores «reservada para una minoría», informa Ep.

La representante de Cataluña , Irene Rigau, criticó la invasión de competencias autonómicas que, a su juicio, implica la reforma, ya que la evaluación del sistema de alumnos de Cataluña corresponde a la Generalitat, tal como figura en el Estatut, y no al Estado como plantea el anteproyecto, indicó.

La consejera vasca de Educación, Isabel Celaá, considera que las tres reválidas previstas «van hacer retroceder a la Educación hasta los años de la posguerra franquista». A su juicio, no existe «margen para el acuerdo» sobre la reforma tal como está redactado el proyecto.

Para el titular de Educación de Canarias , «es difícil digerir lo que tiene que ver con una especie de evaluación externa de contenidos que va mucho más allá del proceso de aprendizaje de los alumnos y que no sabemos a qué se ciñe».

Por parte del Principado de Asturias , Ana González, advirtió de que la reforma «va a dividir a los alumnos entre los que pueden y no estudiar ciertas cosas», por lo que ha reconocido que ha salido de la reunión «francamente preocupada».

El ministro , en cambio, rechazó que se trate de una propuesta «segregadora» y destacó la importancia de estas pruebas -que no quiso llamar «reválidas»- para comprobar «las capacidades que han desarrollado los alumnos», señaló Wert.