Las primeras 50.000 dosis de la pastilla contra el Covid llegarán en febrero a España
La llegada de otros tratamientos contra el virus se ralentiza porque Sanidad ha dejado en manos de cada comunidad la compra con la UE
Por primera vez desde que empezó la pesadilla del Covid, el mundo cuenta con medicamentos específicos para luchar contra el virus . El nuevo arsenal farmacéutico incluye antivirales y anticuerpos monoclonales. Ambos tienen como misión atacar al virus antes de que se comprometa la ... vida de los enfermos. De todos ellos, la estrella es Paxlovid (Pfizer), un antiviral en forma de pastilla que podría evitar que muchas personas vulnerables ingresen en una UCI o puedan morir . Su administración es oral, no conlleva ingreso hospitalario y ayudaría a los pacientes más vulnerables. Es el medicamento que el presidente Pedro Sánchez prometió traer a España en enero , tal y como explicó en una entrevista con la cadena Ser. A tres días de que termine el mes, es difícil que lleguen a tiempo esos 344.000 tratamientos prometidos .
El Ministerio de Sanidad trabaja con otros tiempos. Según ha podido saber ABC, ha prometido a las comunidades autónomas una distribución trimestral. Los primeros 50.000 tratamientos de Paxlovid llegarán a mediados de febrero ; durante el segundo trimestre del año, de abril a junio, se esperan 90.000 más; 104.000, entre julio y septiembre y 100.000 entre octubre y diciembre. Eso significa que el grueso de los fármacos , con los que se quieren salvar vidas, no llegará hasta el próximo otoño . Los ensayos clínicos han demostrado que puede reducir la hospitalización y el riesgo de muerte en un 88 por ciento.
A cuentagotas
El fármaco de Pfizer llegará a cuentagotas y se reservará para las personas de mayor riesgo , aquellas con el sistema inmune más comprometido en quienes las vacunas son menos efectivas y tienen más posibilidades de morir por el nuevo coronavirus. Sanidad aún no ha decidido el grupo exacto de pacientes en el que está indicado. Reino Unido, que empezará a utilizarlo a partir del 10 de febrero, ha negociado la compra de 2,75 millones de tratamientos de Paxlovid. Los pacientes que tendrán prioridad son los trasplantados, enfermos oncológicos y personas con síndrome de Down .
El grupo de pacientes que se beneficiarán en España podría ser similar, pero el listado definitivo aún no se ha ultimado aún. Lo que se sabe es que su uso será restringido porque no habrá tratamientos para todos los potenciales beneficiarios. Y otra duda es cómo se distribuirá entre las comunidades: ¿por criterios de población como se hizo con las vacunas? o ¿por número de enfermos más vulnerables?. También se deberá decidir si se distribuirá a través de la atención primaria o directamente en los hospitales tras confirmar el diagnóstico por PCR.
Sin otras herramientas
El antiviral de Pfizer no es el único recurso con el que cuentan los médicos para las personas de mayor riesgo, aunque tampoco está resultando fácil conseguir otras alternativas. No hay problema para acceder a Remdesivir (un antiviral más difícil de utilizar porque es intravenoso y necesita tres dosis), pero sí para uno de los anticuerpos monoclonales que es eficaz contra Ómicron, la variante más escurridiza. Sotrovimab, de la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) , es un bien escaso que administra con celo la Agencia Española del Medicamento porque cuenta solo con una pequeña reserva estratégica de medicamentos. Se ha restringido al máximo el tipo de pacientes que se puede beneficiar y permite su utilización solo en quienes tienen una serología negativa, es decir los que no han desarrollado una respuesta inmune frente al virus. También se ha decidido reservar para pacientes hospitalizados y con necesidad de oxígeno, aunque la indicación es para el tratamiento precoz, en los primeros siete días de evolución.
Sin liderazgo del Ministerio de Sanidad
La llegada del anticuerpo de GSK empezará a fluir cuando se active la compra centralizada europea que negoció España el pasado mes de julio. El Gobierno participa en este sistema de adquisición que es similar al utilizado con las vacunas contra el Covid. Pero a diferencia del anterior, en este caso Sanidad ha dejado en manos de las autonomías gran parte de la negociación . Son las 17 comunidades las que individualmente deben realizar todo el proceso: solicitar los medicamentos y aportar la documentación necesaria con traducciones juradas en inglés.
La falta de experiencia de las comunidades en este tipo de negociaciones está retrasando aún más la llegada de este tipo de fármacos. Esta ha sido una de las quejas que la gran mayoría de comunidades ha trasladado al Ministerio. Comunidades como Murcia que hicieron la petición en diciembre aún esperan la llegada de sus fármacos. Mientras, otros países europeos han ido en bloque y han acelerado la llegada de los 220.000 nuevos tratamientos que GSK ha reservado para Europa. «Hemos ido a ciegas, Sanidad tenía que haber liderado el proceso» , afirma Jesús Cañavate, director de Planificación e Investigación de Farmacia de Murcia.
Este sistema también genera inequidades porque las comunidades más ágiles dispondrán antes que otras del fármaco. Para evitar agravios con los enfermos, se han comprometido a ceder el medicamento si lo necesita un paciente de fuera de su región.
Para cada paciente
En tanto que llega la compra de las comunidades, los médicos pueden solicitar, uno a uno, el acceso al tratamiento a la Agencia del Medicamento. «Se solicita con nombre y apellidos; llegan en 24 horas. Es relativamente ágil el sistema, aunque sería más operativo que pudiéramos tener una reserva en el propio hospital», reconoce José Manuel Ramos, internista y miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna. En la Comunidad Valenciana, donde trabaja se cuenta ya con un listado de pacientes más vulnerables y cuando se comunica el positivo es el propio centro el que llama al enfermo para ponerle en tratamiento.
Elena Múñez, internista de la Unidad de Infecciosas del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, cree que la llegada de los antivirales orales c ambiará la forma de tratar a los enfermos más vulnerables, en los que las vacunas no bastan . «Podrás darles a los enfermos sus pastillas y enviarles a casa sin consumir los recursos que requieren los tratamientos intravenosos como el Remdesivir o el anticuerpo de GSK». Confía también que al haber más opciones se pueda abrir el abanico de potenciales beneficiarios de estos tratamientos.