El Papa revela problemas antiguos de pulmón, corazón, vesícula, columna y neurosis ansiosa
En el libro «La salud de los papas», desde León XIII a Francisco
El Papa Francisco en una imagen de archivo
El papa Francisco ha revelado numerosos detalles inéditos de sus enfermedades anteriores en una larga entrevista para el libro «La salud de los Papas», del argentino Nelson Castro. Además de los conocidos problemas de pulmón, ha sufrido en el pasado achaques de vesícula, corazón ... y «neurosis ansiosa: querer hacer todo ya y ahora». Aporta incluso datos sobre sus problemas de columna, que arrastra como ciática en la actualidad.
Aparte de la conocida operación para extirparle un lóbulo del pulmón derecho a los 21 años, el Papa revela que «tuve un problema cardíaco un sábado en que iba a inaugurar una maratón en la Villa 21 (de Buenos Aires). Debe haber sido por el año 2004. Ese día me sentía muy cansado...». Por fortuna, el incidente no pasó a mayores.
En cambio, había sido seria, años antes, una afección en la vesícula pues «el cirujano me informó que había que operar de urgencia. Y no fue solo eso lo que me dijo, sino también que la operación era muy delicada y riesgosa porque no sabía con qué se iba a encontrar al abrir el abdomen».
«Tengo bastante domada la ansiedad. Cuando me encuentro ante un problema que me produce ansiedad, la atajo. Tengo distintos métodos para hacerlo. Uno de ellos es escuchar Bach»
Según Francisco, «supe luego que la intervención fue realmente difícil y riesgosa, ya que lo que tenía era una gangrena de la vesícula, que afortunadamente fue tomada a tiempo. ‘Un día más y su estado se habría vuelto extremadamente grave’, me explicó después el cirujano. Felizmente, el posoperatorio se desarrolló sin ninguna complicación y me pude recuperar en forma íntegra».
En aquella etapa de su vida, sufrió también «neurosis ansiosa . El querer hacer todo ya y ahora. Por eso hay que saber frenar». Desde entonces, señala, «tengo bastante domada la ansiedad. Cuando me encuentro ante una situación o debo enfrentar un problema que me produce ansiedad, la atajo. Tengo distintos métodos para hacerlo. Uno de ellos es escuchar Bach».
La música, «me serena y me ayuda a analizar los problemas de una manera mejor. Le confieso que con los años he logrado poner una barrera a la entrada de la ansiedad en mi espíritu. Sería peligroso y dañino que yo tomara decisiones bajo un estado de ansiedad. Lo mismo pasa con la tristeza producida por la imposibilidad de resolver un problema».
«Le confieso que con los años he logrado poner una barrera a la entrada de la ansiedad en mi espíritu. Sería peligroso y dañino que yo tomara decisiones bajo un estado de ansiedad»
En la detallada entrevista con el autor argentino, realizada el 16 de febrero de 2019, el Papa revela que «tengo una estrechez del espacio intervertebral entre la cuarta y la quinta vértebra lumbar, y entre ésta y el sacro».
Y comenta una anécdota: «durante el chequeo físico que me hicieron al asumir el papado, me realizaron radiografías de toda la columna vertebral, que el médico del Vaticano llevó a un especialista de mucho prestigio. Al verlas, dijo: ‘Esto es muy serio. El paciente necesita un tratamiento intensivo a base de kinesiología, rehabilitación postural y gimnasia. Entiendo que estamos hablando de una persona que se encuentra en silla de ruedas’».
En respuesta a otra pregunta, el Papa confirma que no toma medicación alguna para dormir: «Me acuesto todas las noches a las nueve. Leo una hora hasta las diez. A esa hora apago la luz y me quedo rápidamente dormido».
Francisco añade que «duermo de corrido hasta las cuatro de la mañana. Tengo puesto el despertador pero siempre me despierto tres minutos antes de que suene. Se ve que el reloj biológico me funciona muy bien».