El Papa llama «sanguijuelas» a quienes imponen trabajar en negro

En el tono coloquial propio de las homilías en la capilla de Casa Santa Marta, el Papa ha contado el caso de una chica a la que habían ofrecido un trabajo de once horas diarias pagado con 650 euros al mes y en negro, «y le dijeron: "Si te gusta, cógelo, y si no vete. Hay otros haciendo cola". Pensábamos que los esclavos ya no existían, pero sí existen. Ahora ya no van a África a cogerlos. Están en nuestras ciudades».

Francisco ha subrayado que «los traficantes de personas no son sólo los que trafican con prostitutas y niños sino también un tráfico más "civilizado": "Yo te pago hasta esta fecha, sin vacaciones, sin seguro sanitario, sin nada… Todo en negro , ¡pero yo me hago rico !"».

En la línea severa de la epístola de Santiago, que estaba comentando, el Papa ha condenado la inmoralidad de « hacer pasar hambre a la gente para beneficio propio. Eso es vivir de la sangre de la gente. Y eso es pecado mortal. Es un pecado mortal, y será necesaria mucha penitencia y mucha restitución para convertirse de ese pecado».