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Y es que los mosquitos son, con diferencia, el terror del verano, aunque el «tigre» es mucho más agresivo, «con una picadura exageradamente molesta», dice Felipe Rivera, además de una actividad más diurna, y puede llegar a convertirse en portador del dengue y la fiebre amarilla, también transmite enfermedades víricas a los animales. De reciente aparición en nuestro entorno (proviene de Asia), está causando estragos en las comarcas del Bajo Ebro, aunque Rivera asegura que ya se ha detectado en otras zonas del Mediterráneo y al sur de Madrid.

Variedad de plagas

La mosca doméstica, por su parte, está por toda la geografía española y son molestas compañeras durante todo el verano. Aunque hay una, la mosca negra, que es algo más que molesta. No pica, literalmente muerde. Conocida también como la mosca chupasangre, su marca no se nota al principio, ya que segrega con su bocado un anestésico,pero produce un intenso, duradero y doloroso escozor. Y eso que sólo mide entre tres y seis milímetros.

«No nos podemos quejar en cuanto a variedad de plagas», afirma el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas, aunque su previsión para este verano es que va a haber mucha actividad, aunque no tanta alteración como otros años.