Montero interpreta la prohibición de las marchas del 8-M como un «señalamiento al feminismo»

Igualdad y la Comisión del 8-M habían hecho pública su voluntad de «tomar las calles», pero Carmen Calvo terminó de zanjar la postura institucional apostando por una vía alternativa para celebrar el 8-M. Montero ayer terminó cediendo a la posición marcada por Moncloa e incluso ella misma declaró que no iba a acudir a las manifestaciones.

Sorprende que solo un día después, y tras conocerse la prohibición de las concentraciones feministas en la capital, la titular del Igualdad critique ahora a quienes «quieren negar el derecho a la calle» a las mujeres y que, a pesar de «hacer caso a las recomendaciones de las autoridades sanitarias» están haciendo un «señalamiento» al feminismo.

Montero ha hecho estas declaraciones en la inauguración de las jornadas 'Por la igualdad de las mujeres en el ámbito laboral: servicios jurídicos y normativa' de CC.OO.

«Hay quienes quieren negarnos el derecho a la calle que tanto nos costó conseguir. La calle para estudiar, para trabajar, para reivindicar y conquistar derechos», ha declarado en su intervención.

En su discurso, ha apuntado que «como miembro del Gobierno» está «obligada» a cumplir «escrupulosamente» con las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país. «Así lo hemos dicho estos días insistentemente», ha indicado, para reiterar sobre la necesidad de «hacer caso a las recomendaciones».

«Pero dicho esto, ese cumplimiento con las recomendaciones sanitarias no significa que no sepamos el señalamiento a la lucha de las mujeres , a la lucha feminista por parte de quienes tienen una agenda reaccionaria completamente engrasada», ha denunciado la titular de Igualdad.

«A mí, a nosotras, no nos van a encontrar en esa criminalización del movimiento feminista», ha insistido, para añadir que en Igualdad van a encontrar «una oposición a esa España gris y machista» de la «extrema derecha» que quiere que las mujeres «vuelvan a sus casas».