Ley de Baños: once estados declaran la guerra a Obama y a los transexuales

La iniciativa legal, presentada ayer en Texas, está impulsada por este estado y por los de Alabama, Wisconsin, West Virginia, Tennessee, Maine, Oklahoma, Luisiana, Utah y Georgia, a los que hay que añadir dos distritos escolares de Arizona y uno de Texas, así como el gobernador de Maine, Paul LePage , presente en la lista de denunciantes.

Las últimas semanas han estado protagonizadas por una batalla política y legal, desde que el gobernador de Carolina del Norte, el republicano Pat McCrory , aprobara un texto legal restrictivo para los transexuales el pasado 23 de marzo. La obligatoriedad de acudir al baño según el sexo de nacimiento, exactamente el que recoge el documento de identidad, elimina la libre elección para las personas que hayan decidido cambiárselo. A raíz de esa ley, pasado el plazo en el que se solicitaba al gobernador una rectificación en forma de cambios en la ley, la Administración Obama movilizó todos sus resortes legales y presentó una demanda para frenar la iniciativa. Además, la Fiscal General, Loretta Lynch, junto con el departamento de Educación, lanzaron una ofensiva que incluyó la carta remitida a todos los colegios públicos. Aunque se trataba de recomendaciones, la petición de velar por los derechos de los transexuales llevaba una explícita alusión a la continuidad de los fondos públicos que perciben los centros.

La ley de Carolina del Norte ya provocó reacciones críticas y protestas desde numerosos colectivos, así como empresas y cantantes. Paypal, la más conocida gestora de pagos por internet, anunció que no invertiría un dólar en el estado mientras siguiera vigente la ley, mientras que Bruce Springsteen, Ringo Starr y Pearl Jam , entre otros, cancelaron sus conciertos en Carolina del Norte.

Para Lynch, «se está violando la ley de Derechos Civiles, que prohíbe cualquier discriminación, en este caso la que tiene que ver con el respeto y la dignidad de todos los seres humanos». Carolina del Norte contrarrestó con su demanda a la Administración Obama , «por extralimitarse sin ninguna base y flagrantemente en sus poderes».

Otros diez estados han cumplido la amenaza que el propio gobernador McCrory lanzó hace unos días: «A partir de ahora, esta va a ser una batalla nacional».