El padre Román niega los abusos sexuales

La declaración se ha producido en audiencia pública y, por tanto con la presencia de medios de comunicación, algo que es posible tras la modificación de la ley de enjuiciamiento criminal que ha entrado en vigor hace unos días.

Los hechos, con cuya descripción recogida en el auto de procesamiento «no estoy de acuerdo en absoluto», según ha indicado el sacerdote, sucedieron supuestamente a finales de la década pasada, cuando el denunciante era menor de edad y el acusado párroco de la iglesia de San Juan María de Vianney, en el barrio del Zaidín de Granada.

Román Martínez ha reconocido, a preguntas del abogado que representa al denunciante, que el joven «se quedó alguna vez» tanto en la casa parroquial, donde ha negado que tuviera su ropa, como en el chalet de la urbanización Los Pinillos del Área Metropolitana de Granada donde se reunían los conocidos como los Romanones, un grupo de sacerdotes y seglares en torno al padre Román, diez de los cuales estuvieron imputados en este caso si bien posteriormente quedaron sin cargos al considerar el juez prescritos los hechos.

Allí no tenía el joven una habitación fija, ha indicado el padre Román que ha negado rotundamente que se exhibiera alguna vez desnudo ante el denunciante aunque éste, que hoy tiene 25 años y vive en Navarra, dio detalles de su fisonomía y la de otros de los sacerdotes.

«En la casa lo oiría comentar», ha indicado el sacerdote que ha negado que entre ellos hablaran «habitualmente» de cuestiones sexuales. Podía haber «alguna frase esporádica» pero «no es que tuviéramos sesiones sobre sexualidad» , ha indicado en su declaración en la que también se ha mostrado extrañado por la carta del arzobispo de Granada, Javier Martínez, en la que trasladaba a la Santa Sede, que investiga en paralelo estos hechos, que los Romanones eran un «grupo hermético y compacto».

«No somos un grupo constituido de nada», ha reseñado en otro momento de su declaración el padre Román que ha cerrado su alocución ante el abogado de la acusación particular indicando que no encuentra explicación a la denuncia del joven a no ser que tenga «algún interés económico».