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Juan XXIII: un párroco para el mundo

El Papa que regaló a la Iglesia el Concilio Vaticano II

Retrato del Papa Juan XXIII ABC

José Gabriel Vera*

La temprana vocación sacerdotal del pequeño Angelo Guiseppe Roncalli comenzó a cuajar en el Seminario de Bérgamo, cuando tenía solo once años. La basílica de San Pedro acogió su primera misa solemne, el 11 de agosto de 1904. Allí mismo celebraría como Sumo Pontífice la ... entonces llamada misa de coronación, el 4 de noviembre de 1958. Entre una y otra fecha, Roncalli vivió su ministerio primero como secretario de su obispo, monseñor Tedeschi, quien fue para él su padre espiritual. Él le enseñó prudencia y templanza en las cuestiones del gobierno de la Iglesia y su influencia se extendería durante toda su vida. La muerte de Tedeschi y el comienzo de la I Guerra Mundial le convirtieron en capellán del hospital militar de Bérgamo, donde vivió de cerca el sufrimiento humano.

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