Juan Pablo II eleva a 185 el número de cardenales de la Iglesia Católica
Juan Pablo II dio ayer una sorpresa mayúscula añadiendo siete nombres a una lista de 37 nuevos cardenales que ya convocaba para el 21 de febrero el nombramiento más numeroso en la historia del cristianismo, con lo que el colegio cardenalicio estará compuesto por 185 personas. Los siete añadidos ayer son dos arzobispos ucranianos, un lituano, un boliviano, un surafricano y dos alemanes, entre ellos Lehmann.
El Papa reveló los nombres de los siete nuevos cardenales que nombrará. AP
El rezo dominical del Angelus no sólo trajo la revelación de los dos nombres mantenidos «in pectore» desde 1998 sino la de otros cinco que el Papa se reservó el domingo pasado, cuya existencia no se sospechaba. Entre ellos hay tres prelados que han sufrido ... bajo el comunismo y dos prelados alemanes que suavizaran las divergencias con Roma. Los dos nombres mantenidos en secreto desde 1998 eran los de Marian Jaworski, arzobispo de rito latino de Lvov (Ucrania) y Janis Pujats, arzobispo de Riga (Letonia). El primero de los cinco mantenidos en secreto desde el pasado domingo, es monseñor Lubomyr Husar, arzobispo católico de rito oriental de Lvov (Ucrania).
Juan Pablo II manifestó que, en la persona de esos tres prelados, «deseo rendir homenaje a las respectivas iglesias que, sobre todo en el siglo XX, han sufrido pruebas muy duras y han ofrecido al mundo el ejemplo de tantos cristianos y cristianas que han sabido dar testimonio de su fe con todo tipo de sufrimientos culminados, no raramente, en el sacrificio de la vida». Los otros cuatro nombres que el Papa «tenía en el corazón desde el domingo» son los arzobispos de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Julio Terrazas; de Durban (África del Sur), Wilfried Fox Napier; de Paderborn (Alemania), Johannes Degenhart, y el obispo de Maguncia (Alemania), Karl Lehmann.
La inclusión de monseñor Lehmann fue la mayor sorpresa en medios vaticanos, pues ha creado resquemores con la Santa Sede abanderando la resistencia de los obispos alemanes hasta que aceptaron cerrar los consultorios para jóvenes madres en dificultad que otorgaban, en caso de no convencer a la interesada, el certificado que permite el aborto con cargo a la seguridad social. Hace un año, volvió a levantar ampollas al sugerir la dimisión de Juan Pablo II por motivos de salud y advertir que sus colaboradores harían lo posible por impedírselo.
Monseñor Karl Lehmann preside la conferencia episcopal alemana desde 1987, y ha sido reelegido siempre por sus colegas obispos a pesar de que, desde 1991, quedaba vistosamente fuera de las listas de nuevos cardenales. Ayer, desde Oporto, donde participaba en una reunión de obispos católicos con líderes protestantes, Lehmann se manifestó «contento» porque supone «un reconocimiento a mi trabajo como obispo de Maguncia». El nombramiento simultáneo de otro prelado alemán de línea conservadora, Degenhart, «compensa» el de Lehmann y refuerza la responsabilidad de Alemania en el gobierno de la Iglesia.
Con los siete nuevos purpurados, el número total de cardenales pasa a ser de 185, entre los cuales el próximo 21 de febrero se elevarán a 135 los menores de 80 años, que tienen derecho a votar un nuevo Papa, 15 por encima del máximo de 120 previsto. Como a lo largo del 2001 cumplirán 80 años y perderán el derecho a voto cinco cardenales, el «exceso» se prolongará al 2002 o incluso más allá. Hasta el 21 de febrero ninguno de los 44 eclesiásticos seleccionados por el Papa es todavía cardenal, y si no llegan a recibir el capelo ese día no participarán en un hipotético cónclave. A partir de la «creación» en el Consistorio o «reunión» del 21 de febrero, todos los que tengan menos de 80 años el día del fallecimiento del Pontífice participan en el cónclave.
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