Italia respalda a Draghi en su decisión de imponer el certificado Covid para poder trabajar
Salvini en principio se oponía, pero rectifica porque una encuesta revela que el 90 por 100 de los seguidores de la Liga en el norte del país, apoya el certificado sanitario
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Iniciar sesiónTodos los italianos tendrán que tener el pasaporte verde Covid (también llamado certificado digital Covid) para moverse. Las reacciones en el país han sido muy favorables a la decisión del Consejo de Ministros de aprobar el jueves por unanimidad la obligación del ... certificado sanitario para todos los trabajadores estatales y del sector privado, desde el 15 de octubre al 31 de diciembre. Italia es el primer país europeo que adopta tal medida y se coloca así en la primera línea del frente contra el Covid-19. En total, se verán afectados 23 millones de trabajadores. Se estima que 300.000 empleados de la administración pública y 3,7 millones de empleados del sector privado no tienen aún el pasaporte verde Covid.
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Se ha impuesto totalmente el criterio del primer ministro, Mario Draghi, que se ha mostrado inflexible sobre la necesidad del rigor para combatir la epidemia: «No paro, esto es lo que sirve al país. La medida está pensada para que pueda continuar la apertura y evitar las restricciones», dijo Draghi. En la misma línea, el ministro de Trabajo, Andrea Orlando , ha declarado que «el país no puede permitirse que vuelvan las restricciones».
«A la vanguardia del mundo»
El ministro de la Administración pública, Renato Brunetta , resaltó con cierta euforia que Italia «se coloca a la vanguardia del mundo». Después explicó por qué se adopta ahora la obligatoriedad del certificado sanitario: «Porque empieza el otoño, la temperatura cambiará y aumentará la circulación del virus, con ello habrá mayor probabilidad de variantes que puedan derrotar a la vacuna. Tenemos poco tiempo».
Se considera especialmente significativo que incluso el líder de la Liga, Matteo Salvini , opuesto al pasaporte Covid, se haya visto obligado a ceder ante la presión ejercida de algunos dirigentes importantes dentro de su propio partido. Es el caso de los presidentes regionales de Véneto y Friuli-Venecia Giulia partidarios del certificado sanitario porque así lo han pedido también los empresarios y la gran mayoría de los militantes. Salvini rechazaba el pasaporte Covid por motivos electorales (los próximos 3 y 4 de octubre hay elecciones municipales en importantes ciudades, entre ellas Roma y Milán), para no perder el voto de los contrarios a las vacunas.
El líder de la Liga no quería dejar esta baza a la líder ultraderechista de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, la única que se opone al certificado sanitario por considerarlo «inútil» y que solo «sirve para introducir subrepticiamente la obligación de la vacuna». Meloni se ha mantenido firme en su línea contraria al pasaporte Covid: «No a cualquier forma de obligación». Al final la resistencia de Matteo Salvini se evaporó por completo, porque una encuesta ha revelado que el 90 por 100 de los seguidores de la Liga en el norte del país, apoya el certificado sanitario.
Mario Draghi ha rechazado también la exigencia de Matteo Salvini y de los sindicatos para que sean gratis los test del Covid que han de presentar los trabajadores que no deseen vacunarse. Los empleados que muestren una prueba negativa de Covid realizada en las últimas 48 horas (72 si el test es molecular), podrán ser admitidos en sus puestos de trabajo. Parece claro que para los trabajadores que se oponen a la vacuna verse obligados a hacerse test del Covid cada dos o tres días es una solución insostenible a largo plazo, entre otras cosas porque resulta caro: 15 euros por cada test y alrededor de 60 euros las pruebas moleculares.
Mario Draghi solo aceptó la propuesta de Matteo Salvini para que todas las farmacias queden vinculadas al decreto del gobierno y el precio del test sea de 15 euros (8 euros para los menores de edad). Si una farmacia pretende cobrar una cantidad superior, corre riesgo de pagar una multa de hasta 10.000 euros. Los test serán gratis para las personas frágiles.
Medida «sensata»
La gran mayoría del país, según los sondeos, y en general los analistas elogian la decisión de Draghi, calificándola como «sensata», porque servirá para desarmar a los extremistas contra las vacunas. Es un sector minoritario, pero con repercusión en redes sociales y que continúa organizando manifestaciones contra las vacunas y la obligatoriedad del pasaporte sanitario, por considerar que se limita su libertad. A este respecto, dos prestigiosos profesores de Economía, Roberto Perotti y Tito Boeri , escriben un artículo en 'La Repubblica', aportando datos para apoyar la decisión del gobierno: «La intervención del Estado está justificada: muchos de los que dudan en vacunarse tienen una percepción errónea de los riesgos que corren vacunándose y no vacunándose. Los datos publicados por el Instituto Superior di Sanidad nos dicen que entre los no vacunados, más de 7 de cada 1000 personas al mes están infectados contra una de cada 1000 entre los vacunados».
Frente al sector opuesto a las vacunas y al certificado sanitario porque limitan la libertad, el editorial de 'La Stampa' reafirma una posición que es apoyada por la gran mayoría del país, según indican todas las encuestas: «El certificado verde obligatorio no es una ‘dictadura sanitaria’, sino un justo equilibrio social y constitucional entre el derecho a la libertad de algunos y el derecho a la salud de todos».
Apoyo al plan del Gobierno
En Italia hay todavía diez millones de personas no inmunizadas. Se espera que a final de septiembre el 80 por 100 de la población esté vacunada. Pero el objetivo del gobierno es llegar al menos al 90 %. Si la campaña de vacunación no alcanzara un resultado óptimo, Mario Draghi acabará por imponer también la vacuna como obligatoria. En un país que ha sufrido el mayor número de muertos por Covid-19 en Europa después de Gran Bretaña ( un total de 130.167 desde el inicio de la pandemia, y 4.623.155), los sondeos respaldan muy mayoritariamente el plan del gobierno, que incluye también fuertes sanciones. Los empleados que no muestren el certificado sanitario no podrán entrar en el trabajo. Después de 5 días de ausencia, el trabajador es suspendido de empleo y sueldo, pero sin consecuencias disciplinarias, es decir, no podrá ser despedido. Si un empleado es sorprendido sin certificado sanitario durante el trabajo, se expone a una multa de 600 a 1.500 euros.
Cabe destacar que el certificado sanitario ya era obligatorio en la universidad y en la escuela, para entrar en locales públicos, en cines, teatros, viajeros de trenes interurbanos y en aviones, además del interior de restaurantes (no es necesario en las terrazas). Esto ha servido para crear paulatinamente un ambiente favorable al certificado sanitario. De hecho, muchos empresarios ignoran la solicitudes de trabajo de quienes no tienen el pasaporte Covid.
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