El héroe de 16 años que intentó detener una agresión machista

Dani se encontraba esperando el tren que toma cada viernes para ir a clase de taekwondo , en concreto, el que cubre la línea Palma-Marratxí. De repente, observó cómo discutía una pareja joven en ese mismo andén. El hombre, de unos 20 años, gritaba a su novia e incluso llegó a golpearla, en las costillas. La mujer, por su parte, le recriminaba su comportamiento violento. Cuando finalmente llegó el tren, tanto Dani como la joven pareja subieron al mismo vagón. El hombre volvió a agredir a la mujer, que intentaba bajar en cada parada, sin que su novio se lo permitiera.

Ante la pasividad del resto de pasajeros, una veintena en total, Dani decidió intervenir. « Le dije que parara . Nos encaramos y en cuestión de segundos me dio un puñetazo», explicó Dani a «Última Hora». A continuación, el agresor mordió a Dani en la parte derecha de su rostro y le volvió a dar otro puñetazo, que finalmente le derribó. Estando el muchacho ya en el suelo, recibió aún varias patadas en la cabeza.

Por fortuna, Dani pudo reaccionar aplicando sus conocimientos de artes marciales para intentar repeler el ataque del maltratador . Así, realizó una palanca de brazilian jiu-jitsu, un sistema de defensa personal brasileño de origen japonés. En ese instante, por fin intervinieron varios pasajeros, momento en el que el agresor y su novia abandonaron el tren en una de sus últimas paradas. Las cámaras de vigilancia de Servicios Ferroviarios de Mallorca consiguieron registrar la agresión.

Dani fue trasladado de inmediato a una clínica y recibió 12 puntos de sutura por la herida que tenía en el rostro. «No me siento un héroe, actué como cualquiera debería haber hecho. Volvería a interponerme, sí, seguro», confesó Dani esta misma semana al citado rotativo local. «Tenía que hacer algo», prosiguió.

« Tenía un montón de sangre por todo. Estaba un poco perdido, pero logré parar varios golpes hasta que caí al suelo», señaló Dani para explicar cómo se sentía en aquellos momentos. Pasados ya unos días desde entonces, su deseo más ferviente ahora es que el maltratador pueda ser detenido lo antes posible: «Sólo espero que la Policía lo encuentre».