La factura viral de un fontanero a una anciana con leucemia: «No se le cobra nada. Estamos para ayudarla en todo lo que sea posible»

Christine Anne Rowlands llamó a James para que acudiera a casa de su madre por un fallo en la caldera. Anderson fue e hizo su trabajo: tuvo que instalar una caldera nueva. Cuando la mujer le preguntó cuánto le debía, él respondió que le mandaría la factura por email.

Lo que ella nunca imaginó es que recibiría un extracto tan particular. Y es que la nota señalaba: « No se le cobrará a esta dama bajo ninguna circunstancia. La compañía estará disponible las 24 horas para ayudarla en todo lo que sea posible ». La anciana, de 91 años, tiene leucemia.

No es la primera vez que Anderson demuestra su generosidad. De hecho, según cuenta « The Mirror », se arriesga a caer en bancarrota tras haber reparado desde 2007 diferentes averías en casas de 3.000 personas mayores de forma gratuita.

A sus 52 años, este fontanero de gran corazón, ayuda a sus vecinos de Burnley, sur de Lancashire, tras presenciar de primera mano cómo los mayores de su zona han sido estafados .

El problema es que «ha gastado mucho más de lo que puede permitirse», asegura el diario. Y es que Anderson es el dueño de su pequeña empresa, Depher CIC, que al final ha acabado convirtiéndose en una causa caritativa «porque no quiere ver sufrir a nadie».

«Se lo merecía. Era una mujer encantadora», cuenta a «The Mirror» este héroe tras hacerse viral su popular factura a la anciana de 91 años. «Su hija contactó con nosotros porque no quería que su madre estuviera sin agua caliente, ya que el clima es cada vez más frío. Tan pronto como me contó la situación, le dijimos que no gastaría un centavo bajo ninguna circunstancia», explica. «Mientras esté con nosotros -asegura-, recibirá servicios gratuitos de por vida».

Durante los meses de primavera y verano, la mayoría de los clientes reciben un descuento del 25%, pero durante los meses más fríos, los servicios para los clientes son gratuitos. « Solo estamos tratando de hacer lo correcto », insiste.

Anderson ofrece a todos los clientes con dificultades el servicio gratuito durante todo el año, y espera aumentar ese número si puede obtener dinero de patrocinadores.

Esta iniciativa solidaria comenzó hace dos años cuando le pidieron que mirara la caldera de un anciano como una segunda opinión, después de que el anterior fontanero insistiera a su cliente que debía cambiarla. El precio era de 5.500 libras (6.000 euros). «No necesitaba una nueva caldera. Solo necesitaba una reparación», explica al diario británico. «Entonces me di cuenta de que muchas personas, ancianos y discapacitados estaban siendo defraudados . Algo tenía que hacer».

El problema es que su trabajo solidario le ha supuesto unos costes que le han llevado a acumular deudas masivas. Aunque ha estado a punto de tirar la toalla, ha decidido seguir peleando.

«Me encantaría abrir una línea de ayuda a la que pueda llamar cualquier persona mayor de 65 años o discapacitada para que pudiera recibir nuestros servicios de manera gratuita. Sería genial si pudiéramos obtener algunos fondos del gobierno».

Por eso ha puesto en marcha una campaña de « crowdfunding » con la que ya ha conseguido recaudar 38.000 libras (43.000 euros), dinero más que suficiente para seguir su lucha.