Piden el cierre escalonado de las centrales hasta 2020
El mix eléctrico español puede prescindir perfectamente de la energía nuclear para ese año, según Ecologistas en Acción
EP
El coordinador nacional del área de Energía de Ecologistas en Acción , Javier González, ha manifestado que lo ocurrido en Japón tendría que hacer reflexionar a los ayuntamientos que se han postulado para acoger el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares, como Villar de ... Cañas (Cuenca).
«Aquí no hay ningún problema ni medioambiental, ni ecológico, ni de inundaciones, ni de movimientos sísmicos, pero en Yebra los técnicos sí los detectaron», ha apuntado el alcalde de Villar de Cañas, José María Sáiz. El político ha señalado que será en las próximas elecciones cuando el pueblo, al reelegirle, le dé la razón y demuestre el consenso que hay en torno al ATC.
Para la organización ecologista, el desastre natural y la amenaza nuclear que sufren Japón marca un antes y un después para las centrales nucleares. «Nadie puede defender en serio que Garoña – que está en peores condiciones que estaba la central de Fukushima I – pueda seguir funcionando varios años más, ni apoyar a la industria nuclear como está decidido a hacer el Ministro de Industria con la construcción del ATC», señalan.
González ha remarcado que el riesgo existe por muchas medidas que se impongan: «Cada diez o quince años se produce algún accidente grave».
González ha señalado que en Japón se han cumplido las medidas de seguridad exigidas y eso no les ha librado del riesgo en circunstancias extraordinarias, como es un terremoto. En este sentido, el portavoz ha recordado que las dos candidatas castellano-manchegas -Villar de Cañas y Yebra (Guadalajara)- están en una zona de riesgo sísmico. «Puede que no se de un terremoto tan grande, pero una pequeña falla puede crear una grieta en el edificio y tener consecuencias», ha manifestado González, quien ha señalado que en 2007 se produjeron sendos terremotos en las provincias de Guadalajara, de 4,1 en la escala Richter, y en Ciudad Real de 5,2 .
Por el valle del Ebro
Según datos del Agencia Internacional de la Energía Atómica que maneja Ecologistas en Acción, en el emplazamiento de Fukushima I se están midiendo dosis de 400 milisievert de material radiactivo por hora, cuando la dosis legal permitida que puede absorber una persona es de 50 milisievert al año.
La ONG ve con buenos ojos las maniobras emprendidas por las autoridades niponas para plantar cara a la tragedia, como solicitar a los habitantes situados a menos de 30 km de la central que no salgan de sus casas. Pero censuran su falta de previsión: «Han instalado 54 centrales nucleares en una de las fallas sísmicas más activas del mundo» .
«Si la central nuclear de Garoña sufriera un percance similar, teniendo en cuenta la dirección noroeste del viento que suele ser la habitual en la zona, el material radiactivo llegaría hasta Zaragoza y se iría distibuyendo por el valle del Ebro contaminando lugares poblados como Vitoria y Logroño, en cantidades que solo se conocerían pasado mucho tiempo, si es que alguna vez se hicieran públicas», teorizan desde la plataforma.
Por ello, el portavoz de campañas antinucleares de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha pedido el cierre escalonado de las centrales nucleares españolas, empezando por la de Garoña, hasta 2020, cuando, «el mix eléctrico español puede prescindir perfectamente de la energía nuclear». En esa línea, ha citado a Austria, Suiza y Alemania, como ejemplos que ya están tomando medidas .
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