Los diez bulos de la protección solar

La duración del producto, la necesidad de reaplicarlo tras el baño si es resistente al agua o si debe utilizarse en días nublados son, según el decálogo, dudas habituales de la población ante la exposición solar. Estos son los principales mitos:

1. Es falso que los fotoprotectores sean válidos de un año para otro. Una vez abiertos se rigen por el PAO (Periodo After Opening), que es el tiempo, después de su apertura, en el que el producto mantiene sus características.

2. Es falso que todas las cremas sean iguales. Y en este punto destaca que no es suficiente con que el producto contenga filtros sino que deben serlo más estables posible bajo la acción de la radiación solar. Además, hay productos que solo protegen frente a la radiación ultravioleta B (UVB), mientras que otros incorporan filtros frente al UVA, el infrarrojo A o la luz visible. La textura también es importante.

3. Es falso que el factor de protección (SPF) indique el tiempo de protección. Lo que refleja es cuantas veces más podemos estar expuestos al sol, para producir el mismo efecto de eritema o enrojecimiento, que si no hubiéramos aplicado el protector solar.

4. Es falso que existan fotoprotectores que bloquean el 100 % de la radiación.

5. Es falso que dos cremas protectoras sumen su actividad.

6. Es falso que con una aplicación diaria sea suficiente.

7. Es falso que en invierno y en los días nublados no sea necesario aplicar protector solar.

8. Es falso que con la protección solar no te pongas moreno.

9. Es falso que la piel morena o negra no se quema, con lo que sí necesitan crema protectora.

10. Es falso que las cremas resistentes al agua no necesiten reaplicarse tras el baño .