Guía útil para evitar el contagio

Aunque las posibilidades de que un producto tenga trazas del virus no es alta, para mayor seguridad se pueden retirar los envoltorios de cartón y de plástico y lavarnos las manos a continuación. También se pueden limpiar la encimera y los envases con una bayeta impregnada con lejía muy diluida en agua o con un detergente desinfectante habitual. Para que la limpieza sea efectiva, mejor dejar reposar el desinfectante entre 5 y 15 minutos.

Algunas empresas han marcado directrices de dejar la compra en el portal sin intercambio de mano a mano. No obstante, es baja la probabilidad de contagio al tocar un paquete manipulado por otra persona. Tanto el cartón exterior como el producto interior tienen baja probabilidad de infectar. Y lo más eficaz: lavarse bien las manos.

Muchas empresas que ofrecen el servicio de llevar la comida a casa han dejado de hacerlo para proteger también a sus empleados. Pero todavía se puede hacer uso de este servicio. No reviste mayor probabilidad de contagio que comprar en el local, aunque sí se recomienda seguir las normas básicas de higiene: lavarse las manos.

Al ser un tejido poroso, el virus penetra en la ropa y «desaparece». No hay evidencias de que se haya producido contagio por a través de la ropa. Tampoco es necesario hacer la colada a temperaturas muy altas. Es suficiente a 60 grados. Tampoco es necesario desinfectar los zapatos o descalzarse antes de entrar en casa.

En caso de que los dispositivos sean usados por una sola persona, bastará con cuidar la higiene personal. Si es un lugar de trabajo, se puede limpiar con un trapo impregnado con desinfectante. Aunque es mucho más efectivo lavarse las manos tras el uso y no llevarlas a la cara mientras se está en contacto con el teclado. En cuanto al teléfono móvil, se puede desinfectar con una bayeta; acción que se recomienda realizar siempre que esté apagado y desenchufado de la red eléctrica. Como en superficies como las encimeras, dejar actuar al producto de limpieza unos minutos.

Es recomendable utilizar un papel desechable para manipular las manivelas de las puertas y ventanas, sobre todo en lugares al que tiene acceso más de una persona. Se recomienda que se manipulen los picaportes con la mano menos dominante, pues es más fácil que nos toquemos la cara con la dominante. Otra solución es dejar las puertas y ventanas abiertas para poder manipularlas con el pie o con la cadera.