Aviones del ejército alemán trasladan a pacientes Covid para descongestionar las UCI

Alemania vuelve a registrar hoy 76.414 nuevos contagios , nuevo récord diario y que se suma a la incidencia de 438,2 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en 7 días. 357 pacientes han muerto por Covid en las últimas 24 horas, según los datos actualizados esta mañana por el Instituto Robert Koch (RKI), y la tasa acumulada de ingresos hospitalarios se sitúan en 5,79 por cada 100.000 habitantes. La tasa de ocupación Covid de plazas de UCI es del 18,2% de las camas disponibles, que puede parecer baja pero que no alude a la escasez de personal sanitario para atenderlas. Es en este contexto en el que el ejército alemán está de nuevo colaborando con efectivos, no solamente para tareas de transporte de pacientes, sino también para agilizar la campaña de vacunación.

Hasta 12.000 efectivos del ejército llevan a cabo tareas de apoyo logístico y distribución de la tercera dosis de refuerzo de la vacuna, principalmente en residencias y hogares particulares de ancianos , para evitar que tengan que trasladarse a centros de vacunación. Los primeros 6.000 soldados han entrado en acción en noviembre y el resto lo hará en diciembre. El operativo estará en principio en activo hasta Navidad, pero a la espera de nuevas órdenes si la expansión del virus lo aconseja. El Ministerio de Sanidad alemán evita así disponer de personal médico y sanitario que podrá reforzar a su vez las Unidades de Cuidados Intensivos , en las que actualmente hay ingresados más de 4.000 pacientes. No es la primera vez que el ejército alemán apoya al sistema sanitario en esta pandemia. En 2020 llegó a desplegar 10.000 soldados y su esfuerzo resultó decisivo. Esta vez se hará hincapié en la colaboración de los médicos militares con las unidades UCI hospitalarias, donde ayudarán a cubrir huecos de personal.

La Canciller en funciones, Angela Merkel, ha advertido que el progreso de la campaña de vacunación no será ya suficiente para frenar esta ola. Lo mismo ha venido a decir esta mañana el ministro de Sanidad, Jens Spahn, que ha pedido más restricciones de contactos, «al menos la cancelación de grandes eventos y celebraciones», devolviendo a Alemania a una Navidad bajo mínimos. «Los números están aumentando vertiginosamente», justificaba a su lado el director del IRK, Lothar Wieler, que ha recordado que el país acaba de superar las 100.000 muertes desde el inicio de la pandemia y ha reprochado que «esta situación es a expensas de todos». La mayoría de los pacientes con covid-19 en las unidades de cuidados intensivos alemanas tiene entre 50 y 79 años, y el 85% de ellos necesita una «forma de ventilación artificial», ha precisado Wieler. También ha señalado que «estamos en una intersección. Tenemos una opción: podemos elegir el camino que nos lleve al caos y a un mal final. (...) O el que le quita la presión al sistema sanitario y quizás hace posible una Navidad al menos pacífica». «Solo podemos prevenir enfermedades graves, la sobrecarga de las clínicas y las muertes si evitamos que las personas se infecten», ha continuado en su arenga a la población alemana, «de lo contrario, experimentaremos exactamente lo que siempre quisimos evitar: sobrecargar el sistema de salud». En esta «emergencia nacional, todos los responsables deben permanecer unidos», ha cerrado filas el ministro Spahn en referencia a las medidas decididas por el nuevo gobierno alemán , todavía sin haberse consumado el traspaso de poder, y que por adelantando está implementando su oficina en funciones. La población alemana se pregunta si será necesario un nuevo confinamiento, como el que tiene lugar en la vecina Austria desde principios de esta semana, pero el ministro Spahn se limita a responder que «cuanto más rápido pisemos los frenos, mejor». Porque «todo que no decidamos ahora, todo lo que no reduzcamos ahora, hará necesarias medidas aún más drásticas dentro de dos o de cuatro semanas».