Castilla-La Mancha y Extremadura investigan varios focos de ántrax

Según comunicó España a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), este primer brote se dio por controlado el pasado 3 de septiembre. La OIE sospecha que su origen puede estar relacionado con el paso de los animales por una zona de pasto habitualmente cubierta por el río Guadiana, que ha quedado descubierta por la sequía que registra la comarca.

De momento, el brote que continúa abierto hasta el momento se localiza en seis focos registrados en Navalvillar de Pela y en Talarrubia s (Badajoz), donde han muerto ya 12 caballos. La Gerencia del Área de Salud de Don Benito y Villanueva de la Serena de la Consejería de Sanidad de Extremadura ha emitido una alerta epidemiológica tras la aparición en la zona de varios posibles casos de ántrax, tanto en animales como en humanos.

Desde el Colegio de Veterinarios de Cáceres confirman que aunque existen varios casos bajo sospecha, aún no tienen comunicación oficial de ningún tipo , más allá del primer caballo que se envió a la Facultad para practicarle la autopsia. Así, confirman también que la veterinaria infectada ya ha salido del hospital después de pasar, junto a otros compañeros, un ingreso hospitalario de manera preventiva.

Famoso por ser utilizado como arma biológica en 2008, el carbunco o ántrax es una enfermedad que afecta al campo principalmente. Los humanos pueden contagiarse por vía inhalatoria, intestinal (al comer carne, por ejemplo, de un animal contaminado), cutánea (contacto de alguna herida con el animal) o incluso se han dado casos de propagación tras ser inyectada a través de determinadas drogas manipuladas.

«Le llaman carbunco porque los animales, al morir, lo hacen con hemorragias con sangre de color negro, que recuerda al carbón», cuenta a ABC Santiago Vega, catedrático de Sanidad Animal en la Universidad CEU Cardenal Herrera. Ántrax hace referencia, por su parte, a la palabra griega.

Lo más llamativo es que la bacteria que lo causa (Bacillus anthracis) puede sobrevivir hasta 200 años si se aloja en un lugar sin oxígeno, por ejemplo, bajo tierra. «Si hay grandes lluvias o inundaciones que remueven el suelo, las esporas salen a la superficie y se exponen a que sean ingeridas por los animales», añade el catedrático.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra entre 20.000 y 100.000 personas las que fallecen cada año debido a la exposición al carbunco. «Se trata de una zoonosis desatendida, que se da en países pobres donde el hombre tiene un contacto más estrecho con los animales. Allí es más fácil que estos se infecten y se transmitan a las personas», expone Vega. Hasta estos dos focos, en España los últimos dos casos registrados datan de 2019, ambos en ganaderos. Para prevenirlo existen vacunas, tanto para humanos como para animales, y en el caso de resultar infectados se puede tratar con antibióticos. Dependiendo de la gravedad, este requerirá más o menos tiempo para eliminar la infección.

« Nos preocupa todo lo que causa muerte y riesgo, y esto nos pone en alerta. Tenemos que establecer medidas de precaución, pero lo primero es transmitir tranquilidad. No existe riesgo ninguno en las grandes ciudades », afirmó en declaraciones a los medios un portavoz del Colegio de Veterinarios de Cáceres. Una empresa especializada ya trabaja en la eliminación de los cadáveres, pero ante la más mínima sospecha, desde el Colegio piden a los ganaderos que contacten con su veterinario y eviten, además, los movimientos de los animales.