Uno de cada seis padres británicos da alcohol a sus hijos a los 14 años

Un grupo de investigadores, formados entre otros por miembros del University College de Londres han descubierto que esta práctica podría ocasionar problemas a los menores al introducirlos demasiado jóvenes en el consumo de alcohol.

Utilizando una base de datos de 10.000 niños nacidos en Reino Unido, este estudio, publicado en la revista Journal of Adolescent Healh, asegura que estos padres creen al hacer esto algo positivo .

De hecho, según una de las líderes de este informe, la profesora Jennifer Maggs , señaló que «los padres de niños socialmente aventajados pueden creer que permitirles beber les enseñará el uso responsable o de hecho los inoculará contra el consumo peligroso de alcohol».

Algo, que según los investigadores no tiene ningún sustento práctico. En realidad, es todo lo contrario. En otros descubrimientos previos se ha demostrado que aquellos que comienzan a beber temprano tienen más probabilidades de fracasar en los estudios, tener problemas de conducta y desarrollar problemas con el alcohol cuando crezcan.

Es curioso también que el consejo médico habitual sea, en Reino Unido, recomendar que los niños no beban alcohol hasta que tengan al menos 15 años . Algo que, según las últimas encuestas, casi ningún menor respeta. A jóvenes de 14 se les preguntó si alguna vez lo habían consumido más allá de solo probarlo, y casi la mitad dijo que sí. De hecho, hasta el 14% reconoció que lo habían hecho incluso a los 11 años.

Para evitar esto se necesita «una mejor orientación ofrecida a los padres a través de campañas de mercado social y consejos de médicos y escuelas» según las organizaciones para la prevención del alcohol.

No es el único estudio que se ha conocido en relación con las malas prácticas de los padres con sus hijos en cuanto a la alimentación. Otra investigación, llevada a cabo también por miembros de esta universidad, asegura que uno de cada cuatro niños que asisten a la escuela primaria consume comida rápida (o comida basura ) al menos una vez a la semana.

Algo que le puede ocasionar, según los creadores del informe, una mayor composición de grasa corporal al consumir demasiadas calorías. Esto afectaría en un futuro a estos menores de diversas formas, una de ellas, por ejemplo, a tener niveles más bajos de vitaminas y minerales que los que comen alimentos cocinados en casa.