El almacén nuclear seguirá adelante pese al intento de paralización del PSOE

El gobierno castellano-manchego, presidido por el socialista Emiliano García-Page , aprobó el pasado martes proponer la ampliación de una zona especial de protección de aves (ZEPA) para tratar de bloquear la construcción del ATC (almacén temporal centralizado) en Villar de Cañas (Cuenca). La decisión se producía al día siguiente de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) diera su visto bueno, «con condiciones y limitaciones», al almacén proyectado.

El titular de Justicia, Rafael Catalá, ha dejado claro que el Estado mantiene las competencias para poder autorizar el proyecto de construcción del ATC, ya que «puede tomar alguna declaración de interés general para determinadas actuaciones que pueda superar esas limitaciones» impuestas por la Administración autonómica, ha asegurado durante un acto en Valladolid en el que participaba junto con la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina. Precisamente, es Medio Ambiente el departamento al que corresponde remitir la solicitud de la Junta castellano-manchega a Bruselas, si bien Tejerina dijo no haberla recibido aún.

Para Catalá dar un «parón» al ATC es «una mala noticia». En cualquier caso, indicó que se debe estudiar ahora si se trata de «una negociación de ámbito político o competencial».

El ministro de Industria, José Manuel Soria, señaló, por su parte, que el objetivo de la Junta de Castilla-La Mancha con la solicitud de ampliar los terrenos protegidos en el entorno del ATC busca «hacer ruido», pero, advirtió, no afectará al proyecto. En una entrevista con Efe, Soria restó importancia a la decisión de la Junta y aseguró que la empresa encargada de los residuos radioactivos (Enresa) podrá iniciar «en los próximos meses», y « a la luz del informe del CSN », los trámites pendientes para iniciar la construcción del proyecto.

El almacén nuclear centralizado El es la instalación en la que se pretende almacenar durante 60 años todo el combustible gastado de las centrales nucleares y los residuos de alta actividad que se producen en España. En estos momentos, los residuos que en su día deberían ir al ATC de Villar de Cañas se encuentran repartidos en distintas piscinas situadas en cada central donde se han generado los residuos.

Además, al futuro almacén nuclear se prevé que vayan los residuos procedentes del reprocesado que se ha realizado en Francia del combustible de la central de Vandellós I, ya clausurada. La fecha tope para el regreso de ese material es junio de 2017 . A partir de esa fecha, si no vuelve a España, nuestro país deberá pagar 60.000 euros al día como penalización.

En la actualidad, existe otro almacén nuclear, situado en El Cabril (Córdoba), pero en este caso es de baja y media actividad.

El alcalde de Villar de Cañas, José María Sáiz, es tajante: «La declaración de 25.000 hectáreas de una ZEPA de grullas es condenar a 20 pueblos a desaparecer», porque, además, « no hay grullas en 25.000 hectáreas ». «Es de mala leche lo que ha hecho Page», ha dicho a la cadena COPE. «Los alcaldes de la comarca no vivimos de la política, solo queremos que nuestros pueblos no se mueran, porque quitarnos el ATC es condenarnos a la muerte segura», se quejaba el alcalde. Y ha preguntado al presidente castellano-manchgeo: «¿Se puede permitir el lujo de renunciar a una inversión de 1.000 millones de euros cuando fue una cosa hecha por su partido (el PSOE)?». «Este hombre no sabe lo que ha hecho…», se ha lamentado.