El Papa anuncia el primer juicio por abusos sexuales y admite la renuncia de dos obispos por negligencia

La renuncia del arobispo y del obispo auxiliar se produce a los diez días de que el fiscal del condado de Ramsey, John Choi, presentase una acusación formal contra la diócesis por negligencia grave en protección de menores. Aunque el proceso será contra la diócesis y no contra los dos máximos responsables, ambos han optado por la renuncia. El Papa ha nombrado administrador de la diócesis al obispo coadjutor de Newark.

El pasado mes de abril, el Santo Padre aceptó la renuncia del arzobispo de Kansas City, Missouri, Robert Finn, el primer obispo norteamericano condenado formalmente por negligencia en la prevención de abusos sexuales por un tribunal civil.

En la línea de asegurar la «rendición de cuentas» de los obispos, el Papa aprobó la semana pasada la creación de un tribunal especial dentro de la Congregación de la Doctrina de la Fe para juzgar los casos de negligencia, incompetencia o arbitrariedad ante los casos de abusos cometidos por sacerdotes. Cualquier persona podrá presentar denuncias ante la Congregación de los Obispos, que asumirá la fase de instrucción antes de pasar el caso al nuevo tribunal, que será creado en los próximos meses.

Por otra parte, el Vaticano informó el lunes que el juicio contra el ex nuncio en la República Dominicana, Jozef Wesolowski , dará comienzo el próximo 11 de julio en el Tribunal del Estado del Vaticano.

En este caso no se juzga una negligencia en el modo de gobernar del ex nuncio de nacionalidad polaca sino presuntos delitos de abuso de menores cometidos por él en la Republica Dominicana y de posesión de pornografía infantil en Roma, que es un delito en la Ciudad del Vaticano.

Como Wesolowski formaba parte del cuerpo diplomático, el tribunal penal competente es el del Vaticano. Los aspectos disciplinarios internos fueron estudiados hace tiempo por la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el Papa Francisco le expulsó del estado sacerdotal, lo cual conlleva automáticamente dejar de ser obispo.