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El enfado nauseabundo de las mujeres que reinventó el uso del «clínex»

Para dar cuenta de su historia hay que partir de dos premisas: su origen data de la Primera Guerra Mundial y su primer uso dista mucho del que hoy predomina

El enfado nauseabundo de las mujeres que reinventó el uso del «clínex» ARCHIVO

A. S. M.

Con la llegada del invierno, su tacto alivia las narices más sufridas. Con la llegada de la primavera, las alergias prolongan su uso . Con la llegada del verano, pobre del que alterne el sofocante calor callejero y el áspero aire acondicionado y no disponga ... de uno. Y con la llegada del otoño... ¡ay el otoño! Una estación donde las rupturas sentimentales tienden a recogerse en pedazos. Fieles escuderos de la tristeza, los «clínex» han secado más lágrimas que las caricias . Pero no siempre fue así. Hubo una época donde no existían. Esta es su historia.

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