Las cenizas del volcán de Chile llegan a Buenos Aires y obliga a cerrar aeropuertos

La columna de nubes de ceniza continuaba despacio pero sin pausa su recorrido chileno argentino. Como una mancha de aceite en el aire se extendía a un lado y otro de los Andes y abarcaba ya, además de la región de los Lagos (sur), buena parte del centro de Chile y las zonas vecinas de Argentina.

Las localidades turísticas de Bariloche, San Martín de los Andes y Villa La Angostura quedaron alfombrados con una fina capa de cenizas. Los aeropuertos de la zona permanecían cerrados. También en Buenos Aires, al mediodía, un velo gris de restos volcánicos comenzaba a cubrir la ciudad. Diferentes vuelos de Europa y Estados Unidos, con destino al aeropuerto internacional de Ezeiza tuvieron que ser cancelados.

El director del Sernageomin, Rodrigo Álvarez, advirtió que la montaña sigue en actividad y que este proceso de actividad que no cesa –aunque es menos intensa- es el habitual frente a escenarios como el que se vive con el Calbuco. «Estamos aún en lo que es la crisis propiamente dicha por lo que hay una vigilancia instrumental. No es descartable un nuevo pulso», insistió en referencia a otras explosiones.

En rueda de prensa Álvarez consideró que en este contexto sigue siendo «necesario mantener las medidas restrictivas». Más de cuatro mil personas permanecen evacuadas de sus casas. Ayer se registró actividad sísmica con hasta 140 temblores por hora. Permanece la alerta roja y la zona de exclusión de 20 kilométros alrededor del volcán.

El Calbuco llevaba 43 años de letargo. Su violento despertar mantiene en vilo a Chile y Argentina países vecinos que «comparten» casi medio centenar de volcanes.