Los ecologistas piden sacar al lince de su estado salvaje para evitar los atropellos

El portavoz de esta asociación en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, ha explicado a Europa Press que este tipo de incidentes tiene su explicación en que en el Parque Nacional «no hay conejos» por la cepa de la enfermedad hemorágica vírica que los está diezmando, y el lince es un predador especializado en ellos, por lo que si no hay, los busca fuera del Parque. Por eso también reclaman un plan de recuperación de este lepórido.

Para Romero, «mientras que no se mejore la gestión del lince en Doñana, mientras que no haya un buen plan de gestión y coordinación y un buen hábitat, deberían recogerlos en estado salvaje y llevarlo a zonas favorables», ya que «a este ritmo, uno por mes, nos vamos a quedar sin linces».

El portavoz de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana ha lamentado además la «política hipócrita e involucionista» de la administración, en alusión a las medidas «insuficientes» planteadas en materia viaria o la desafección de montes públicos. «El lince es un bien jurídico, protegido, que actualmente está desapareciendo, por lo que deberíamos exigir responsabilidades», ha precisado.

El Ministerio Fiscal ha comunicado a la asociación conservacionista WWF la apertura de una investigación de oficio relativa al atropello de ejemplares de lince ibérico en las carreteras andaluzas, aspecto por el cual, de hecho, el colectivo ya ha remitido su propio informe a la Fiscalía General de Medio Ambiente.

Según ha explicado a Europa Press el responsable de Biodiversidad Terrestre de WWF, Luis Suárez, la asociación ha presentado un dossier con el trabajo realizado por la organización en este aspecto y las peticiones realizadas al respecto, con vistas a dilucidar una posible responsabilidad de las administraciones, habida cuenta de lo que consideran como un «incumplimiento» por parte de éstas de las obligaciones básicas de mantenimiento de carreteras.

WWF cree que ello puede constituir un delito en la medida en que algunas de estas vías son recurrentes «puntos negros» en lo que respecta a la muerte de linces ibéricos por atropello, una casuística especialmente agudizada en Andalucía durante 2014.