Próstata: el punto débil de los varones

Aunque si hay antecedentes directos de cáncer de próstata (padres, hermanos o tíos), señala por su parte Ignacio Pascual Piédrola, director del Departamento de Urología de la clínica Universidad de Navarra, las revisiones han debido comenzar antes.

Cumplir 50 años conlleva entonces una obligación: la visita al urólogo. Allí, afirma Pascual Piédrola, se realizan una serie de pruebas -tacto rectal, exploración física, detección del antígeno prostático o PSA- que determinan la salud de la próstata. Aunque, matiza Hernández, la decisión de hacer algunas pruebas, como PSA, dependerá del urólogo, ya que la utilidad de este test es un tema controvertido.

Pero si hay antecedentes de cáncer de próstata, es recomendable. «Si todo está bien y no hay sintomatología -señala Pascual Piédrola-, tendrá que hacerse una nueva revisión dos años más tarde».

Lo cierto es que muchas personas mayores de 50 años experimentan problemas relacionados con su capacidad de orinar: «Se levantan con más frecuencia por la noche, tiene más urgencia y no pueden retener, un chorro más flojo... En esos casos se habla de un agrandamiento de la próstata o hiperplasia benigna de próstata (HBP), que provoca una obstrucción de la uretra, es decir, del conducto de la orina», señala Hernández.

Se calcula que un tercio de las personas mayores de 50 años tendrán HBP . Si la obstrucción es leve se trata con fármacos. Si no funciona o es más grave, se considera el tratamiento quirúrgico.

La prostatitis o inflamación de la próstata puede producirse a cualquier edad, aunque es más frecuente en personas más jóvenes, entre 20 y 25 años o de los 45 a 50. Se trata, explica Hernández, de una «irritación de la próstata» que puede estar causada por bacterias o infecciones mal curadas.

«No es nada grave, pero es muy molesto», comenta. Y, dependiendo del tipo de prostatitis se indica un tratamiento un otro.

En España se diagnostican cada año más de 25.000 casos de cáncer de próstata, lo que representa el 21% de los tumores entre los hombres, una incidencia similar al resto de países desarrollados. Pero, aunque se calcula que un 30% de los varones de más de 50 años presenta focos de tumor en la próstata, un 97% de ellos no fallecerá del tumor. La radioterapia más prostatectomía es la opción terapéutica más utilizada, afirma el oncólogo de la CUN. Después están la hormonoterapia, la braquiterapia y la vigilancia activa.

La salud prostática está relacionada con la salud sexual. Carlos Hernández explica que, cada vez más, los urólogos son conscientes de que en las consultas de urología «debemos preguntar a nuestros pacientes sobre su salud sexual: si tienen problemas de erección, en sus relaciones sexuales , etc.».

«Sabemos -asegura- que, por ejemplo, «el adenoma de próstata se relaciona con una peor calidad de la erección» o que «la hiperplasia benigna de próstata afecta a la salud sexual». En cualquier caso, añade, hablamos de dos problemas que están asociados con la edad, por lo que «debemos tenerlos en cuenta».