El Papa inicia la Semana Santa rodeado de miles de jóvenes de todo el mundo

Protegiéndose del frío con su abrigo de invierno, el Papa explicó a los jóvenes el sentido de la Pasión , y les invitó a «considerar que Jesús asumió todo ese sufrimiento por cada uno de nosotros». El Santo Padre aseguró que «en esta Semana Santa nos hará bien besar el crucifijo, besar las heridas de Jesús y decirle ‘Gracias’, pues esto ha sido por mí».

Junto a universitarios de todas las nacionalidades que celebran la Semana Santa en Roma , había también muchachos y muchachas de escuelas italianas. Francisco ordenó detener el «papamóvil» delante del grupo de una escuela que se distinguía por sus gorros blancos. Bajó a saludarles y les preguntó: «¿Quién quiere venir conmigo?».

Entre el montón de niños que gritaron «¡Yoooo!», escogió dos y le preguntó al jefe de la Gendarmería Vaticana si podía subirlos al «papamóvil». Domenico Giani le respondió que sí, y los dos chiquillos continuaron el recorrido de la plaza en el «papamóvil», saludando a los peregrinos desde el asiento posterior.

El Papa se manifestó «alegre de acoger a los participantes en el Congreso de estudiantes universitarios UNIV sobre ‘Ecología de la persona y de su ambiente’, promovido por la Prelatura del Opus Dei». Algunos de los responsables del congreso le entregaron cientos de cartas de ancianos y huérfanos, dirigidas al Papa, que los participantes han recogido en sus respectivos países durante la fase preparatoria del encuentro en Roma.

A pesar del frío, el Papa estaba de buen humor. Cuando uno de sus colaboradores sufrió un fuerte ataque de tos mientras leía ante el micrófono un texto en italiano, el Santo Padre le dijo: «¡Salud! Pero… ¡te estás haciendo viejo! Habla tranquilo…».

El Papa iniciará la jornada de Jueves Santo celebrando la misa del Crisma -en la que se bendicen los Santos Óleos para el bautismo, la confirmación y la ordenación de sacerdotes- a las 9.30 de la mañana en la basílica de San Pedro.

A las 5.30 de la tarde se trasladará a una residencia de personas mayores para celebrar la misa de la Cena del Señor y lavar los pies a doce ancianos y discapacitados.