Blázquez, el intelectual humilde y sencillo
Su carácter es idóneo para llevar adelante la tarea del Papa Francisco para España
Blázquez, el intelectual humilde y sencillo
A pesar de que Arzalluz dijo de él que « un tal Blázquez » había sido nombrado para regir la diócesis de Bilbao, y que un no vasco no sería bien recibido, no paso mucho tiempo para que Ricardo Blázquez se ganara el respeto y el ... cariño de sus diocesanos y del propio PNV, que tan reticente le recibió. Era septiembre de 1995, tiempos duros y complejos, en los que una vez más puso en práctica sus principios: humildad, trabajo, escucha y prudencia.
Hombre estudioso, de profunda y sólida formación doctrinal y teológica, ha sido y es un referente en la Iglesia española. Desde su ordenación episcopal en 1988 en Santiago de Compostela, como obispo auxiliar, ha dejado huella. En 1992 es nombrado obispo de Palencia, cargo que desempeña tres años, en los que pone las bases para la reordenación de la diócesis. En septiembre de 1995 fue nombrado obispo de Bilbao, en la que trabajó durante diez años y se ganó el respeto y la confianza de toda la sociedad vasca. En mitad de su mandato, en 2005, es nombrado presidente de la Conferencia Episcopal Española, nombramiento que sorprendió a muchos. Desempeñó el cargo con su estilo humilde, discreto y dando un gran papel a las diócesis. Fue un presidente atípico, porque huyó del protagonismo y de la imagen pública. En el 2010 fue nombrado arzobispo de Valladolid , nombramiento en el que muchos vieron una compensación por no haber renovado un segundo mandato al frente de la CEE. Su carácter abulense se nota en todas sus actuaciones y a Ávila sigue acudiendo a la búsqueda de sus raíces y el encuentro con su madre.
Muy agradable en el trato, enriquecedor en la conversación, profundo en sus reflexiones y dialogante para la resolución de los problemas, a nadie deja indiferente. Intelectual en constante formación, escritor empedernido y ávido lector, a Blázquez le gusta conocer los problemas de cerca y encontrar soluciones. Es un hombre discreto que trata de alejarse de los focos, lo que le ha supuesto ser elegido para tareas muy complejas, como el encargo del Papa Benedicto XVI para realizar el informe sobre los Legionarios de Cristo y sin que nadie haya podido acceder a la mínima filtración.
Sintonía con el Pontífice
Sintoniza plenamente con el Papa Francisco, con una Iglesia más cercana a los humildes, más abierta a la sociedad y más implicada en los problemas de mundo de hoy. Habla varios idiomas y ha escrito numerosos libros de profunda raíz teológica. Cuenta con numerosas simpatías entre los prelados españoles. En sus planes no estaba presidir la Conferencia Episcopal, porque está convencido de que no le deben el segundo mandato que algunos decían. Sin embargo, su carácter, su formación, su capacidad de diálogo y su humildad le convertían en este momento en el candidato idóneo para llevar adelante la tarea del Papa Francisco para España.
A esa tarea se entregará como lo ha hecho siempre en su trabajo, haya sido episcopal o docente, con la convicción de que es la voluntad de Dios, que está en la Iglesia para servirla y que a la tarea se debe entregar con dedicación y esfuerzo. Su deseo, eso sí, será poderlo hacer desde su actual responsabilidad como arzobispo de Valladolid, pero sabe también que eso no dependerá de él.
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