¿Por qué tenemos más hambre cuando estamos inactivos?
Según un estudio las personas que en su día a día llevan una vida sedentaria queman menos calorías y tienen menos sensación de «saciedad»
abc.es
Las Navidades suponen un gran peligro para cualquiera que esté realizando una dieta. Y no solo por la tentación de caer ante alguno de los productos típicos de estas fechas , como turrones o polvorones. También porque en estas fechas es posible que muchas personas ... se tomen algunos días de vacaciones, en los que acabarán sentados en un sofá de casa descansando.
Ante estas tentaciones, según el preparador físico y responsable del blog deporteysaludfisica.com , Pedro García, es muy importante mantener algún tipo de actividad física.
Según un estudio realizado por la Universidad de Massachusetts y la Universidad de Missouri, las personas que en su día a día no realizan actividad y llevan una vida sedentaria no sólo queman menos calorías, sino que casi siempre tienen más hambre que los que realizan actividades moderadas.
Según el experto en deporte y nutrición, Pedro García, esta conclusión «tira por tierra la creencia de que cuantas más energía utilizas en tu día a día, más hambre tienes».
Según cuenta García, para la realización del estudio los investigadores «pusieron a seis personas delgadas, jóvenes y con buenas condiciones físicas, a t res situaciones distintas a lo largo de tres jornadas».
En la primera jornada, las personas se mantuvieron físicamente activas, pero sin hacer ejercicio alguno durante 12 horas. En este periodo tan sólo se permitía que se sentaran cada hora 10 minutos. Ingirieron las calorías equivalentes al gasto energético de la jornada. Entre sus actividades estaban pasear, recoger libros , ordenar papeles, y doblar ropa. Como un día a día de cualquier persona.
En la segunda jornada, los voluntarios se mantuvieron sin hacer nada durante 12 horas. Incluso para esta prueba utilizaron sillas de rueda para desplazarse de un lugar a otro. Tomaron el mismo número de calorías que en la jornada anterior. Por supuesto fueron muchas más calorías que las que gastaron.
En la tercera jornada, el trabajo consistía en estar inactivo y consumir las calorías que se gastaran en dicha situación. En esta jornada, los promotores entregaron un formulario a los voluntarios para que escribieran sobre su apetito.
Pedro garcía destaca lo interesante de los resultados, ya que «los voluntarios coincidieron en que en dicha situación, en la que no se hacía nada, tenían más hambre y tenían un mayor deseo de comer». Esto explicaría la sensación de hambre y la necesidad de acudir de forma asídua a la nevera para «picotear» cuando estamos por ejemplo, un sábado, en casa, sentados viendo la televisión.
Según García, los resultados del estudio revelan «sin duda alguna» que la inactividad puede incrementar la percepción de hambre y disminuir la sensación de saciedad.
¿Por qué tenemos más hambre cuando estamos inactivos?
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