Los británicos opinan sobre su sanidad: «Te puedes morir en la sala de espera, mientras la enfermera charla con sus compañeros»

Después de que saliera a la luz el maltrato sistemático a los pacientes de un centro en Staffordshire (centro de Inglaterra), donde eran privados incluso de agua y alimentos traduciéndose en unas altísimas tasas de mortalidad, el pasado mes de agosto se creó esta página con el objetivo de dar una mayor transparencia a la sanidad pública. Sin embargo, lejos de deshacerse de ese estigma, tan sólo un par de meses han sido suficientes para desvelar nuevas y espeluznantes experiencias vividas en los hospitales del NHS.

Las críticas abarcan desde la pobre atención ofrecida por parte del personal (médicos, enfermeras, limpiadores, celadores) hasta falta de higiene o escasez de servicios durante el fin de semana.

«Nadie debería ir allí a menos que sea el último hospital en la tierra. No importa la situación de emergencia que tenga, incluso si se está muriendo deberá esperar la cola , mientras las enfermeras te ignoran y charlan entre ellas», comenta de forma anónima una indignada paciente tras acudir al centro Norte Middlesex Trust al norte de Londres y salir tan enfadada como para otorgarle un 1 en la escala de valoración de la web. El hospital de Edgware se ha visto incluso acusado de prescribir erróneamente los medicamentos a sus pacientes.

En esa misma línea de descontento hacia el personal, un padre relata la deficiente atención que recibió su hijo tras varios días ingresado. «Mi niño de 16 años estaba muy grave en el hospital St Helier donde fue ingresado cuatro días durante los cuales le cambiaron de cama hasta seis veces. Los médicos sólo le visitaron en contadas ocasiones. Nunca los sábados y domingos, ya que se suponen que los pacientes no enferman los fines de semana », detalla en un tono sarcástico.

Salpicaduras de sangre en las paredes

Los comentarios respecto al estado de los hospitales y los estándares de limpieza tampoco resultan demasiado halagadores. Varias opiniones detallan las salpicaduras de sangre encontradas en las paredes de las consultas del hospital Gateshead e incluso manchas de heces en el baño en el hospital universitario de North Middlesex.

La página web, que por ahora solo está disponible para dar opinión sobre una veintena de hospitales de Londres y del noreste de Inglaterra, ha tenido un coste de 150.000 libras (178.000 euros) y prevé ampliar el servicio a todos los hospitales británicos en dos años.

«Este es un paso muy positivo en la dirección correcta hacia un NHS más abierto y honesto», comentó Katherine Murphy, directora ejecutiva de la Asociación de Pacientes.

Por ahora, lejos de ofrecer unos servicios más transparentes y ayudar a los ciudadanos en la elección de centro sanitario, no ha hecho más que ahondar el estrepitoso desprestigio que arrastra uno de los modelos de sanidad pública con más calidad durante sus primeras décadas de funcionamiento y cuyo modelo se exportó a otros países.