Llevar una dieta sana es posible por un euro más al día

«La gente dice que la comida sana es más cara y que eso limita llevar unos mejores hábitos dietéticos. Pero, hasta ahora, la evidencia científica para esta creencia no había sido sistemáticamente evaluada, ni se habían demostrado las diferencias reales en los costes», señala el investigador Mayuree Rao, autor del estudio.

Para comprobar la veracidad de esta creencia popular, los investigadores llevaron a cabo un meta-análisis sobre 27 estudios actuales de diez países con altos ingresos, que incluían datos de los precios de los alimentos individuales para dietas más o menos sanas. Evaluaron las diferencias de precios por porción y por 200 calorías para determinados tipos de alimentos, y precios por día y por 2000 calorías (ingesta diaria recomendada para adultos por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos) para todos los patrones de dieta.

Una inversión en salud a largo plazo

Los investigadores encontraron que las dietas saludables, como por ejemplo aquellas ricas en frutas, verduras, pescado y frutos secos, cuestan más que las dietas menos sanas (por ejemplo, las que son ricas en alimentos procesados, carnes y cereales refinados). De media, seguir un día los patrones de una dieta más sana cuesta 1.50 dólares (aprox. 1,09 euros) más que la menos saludable.

Los investigadores encontraron que las dietas menos sanas podían tener un precio más bajo porque las políticas alimentarias se han focalizado en la producción de «bajo costo, alto volumen» de los productos.

«Este estudio supone el dibujo más completo hasta la fecha de las diferencias reales de coste de las dietas saludables», asegura Dariush Mozaffarian, autor principal del estudio. «Aunque las dietas sanas costaban más, la diferencia fue más pequeña de lo que mucha gente esperaba. Durante un año, gastar 1,50 dólares diarios más por comer mejor incrementaría los costes de una persona en 550 dólares (unos 402 euros) al año . Esto representaría una carga para algunas familias, y necesitamos políticas que ayuden a compensar estos costes. Por otra parte, esta diferencia de precio es muy pequeña en comparación con los costes económicos del tratamiento de las enfermedades crónicas provocadas por una dieta poco saludable ».