El elevado fracaso escolar que Andalucía intenta maquillar con coacciones

De hecho, la Asociación de Profesores de Instituto y el sindicato Csif han denunciado en los últimos días las coacciones que han recibido los docentes andaluces en los primeros días de septiembre para aumentar el número de aprobados y así maquillar algo las elevadas cifras de fracaso escolar de la comunidad autónoma que desde hace unas horas tiene una nueva presidenta, la socialista Susana Díaz.

Los profesores han denunciado en los últimos días a ABC las citadas presiones. «Usted suspende a los alumnos porque no es competente para dar clase», es una de las frases que le han llegado a espetar los inspectores a los profesores para así coaccionarlos y obligarlos a pasar la mano y aprobar a los alumnos.

Tras esas coacciones se vislumbra un intento de ocultar unos datos que no dejan bien parado al Ejecutivo andaluz pese a que lleva años pregonando que la educación era su prioridad. Pero los resultados académicos revelan que, tras más de treinta años de gobiernos socialistas, Andalucía sigue a la cabeza en cuanto a fracaso escolar . La cifra oficial que daba la propia Consejería de Educación el pasado mes de abril era del 28,8 por ciento, aún cuanto puntos por debajo de la media nacional. «No es para echar las campanas al vuelo pero tampoco para tocar a réquiem», decía Moreno cuando le tocó presentar esos datos defendiendo como un logro que se había bajado del 30 por ciento en cuanto a abandono escolar.

De hecho, sus datos son bastante más benévolos que los que maneja el Gobierno central, según los cuales la tasa de abandono educativo temprano se situaba cerca del 35 por ciento y solo era superada por Murcia, Baleares y Ceuta y Melilla, que andaban peor aún. Sea cual sea la cifra real, todas coinciden en situar a Andalucía entre las peor paradas de España.

Inversión por alumno en educación pública

Pero esa tasa no sorprende cuando se mira otro dato: el de la inversión por alumno en la educación pública , que tampoco resiste la comparación con otras comunidades y que pone en evidencia las promesas de los socialistas. En el año 2009, Andalucía fue la comunidad autónoma que menos invirtió por alumno en la educación pública. Sólo 5.427 euros. Un gasto que su pone la mitad de lo que, por ejemplo, se gastó el País Vasco, que invirtió 10.964 euros y que está por debajo de los 6.703 euros de la media nacional.

Pese a esa escasez de recursos , el curso también comienza en Andalucía con otro polémico anuncio: el de que será suficiente con sacar un 5 para que los estudiantes de Bachillerato puedan acceder a una beca de 1.500 euros. Se trata de una medida que fue anunciada por la consejera en funciones el pasado lunes y que, según dijo, cuenta con una dotación económica de hasta 10,5 millones de euros a repartir entre 6.000 y 7.000 alumnos.

Y tampoco se escapan las aulas andaluzas de los recortes. De hecho, como señalaba ayer el sindicato Csif, solo se recuperan para el curso que empieza 850 puestos de trabajo de los 4.500 perdidos durante el pasado curso mientras las coberturas de bajas de maestros «siguen siendo inaceptables», según este sindicato.

Pero además los estudiantes llegan a las aulas con un Gobierno en situación de interinidad. Y es que la consejera del ramo, Mar Moreno, está en la cuerda floja ya que la flamante presidenta Susana Díaz, no ha nombrado aún su nuevo equipo en el que la actual consejera tiene muchas papeletas para quedarse fuera.