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Detenida en Dos Hermanas una 'mula' de los piratas informáticos por estafar 300.000 euros

Los hackers utilizan a personas de pocos recursos para que muevan el dinero que ellos sustraen a empresas a través de estafas como el conocido 'man in the middle'

'Man in the middle': el ataque informático que trae de cabeza a las pymes

Los agentes de la Policía encargados de la investigación ABC

La Policía Nacional ha detenido en Dos Hermanas a una vecina de Utrera que estaba a sueldo de los piratas informáticos. A su nombre estaban una serie de cuentas bancarias a las que llegaron 314.390,58 euros que los hackers consiguieron ... sustraer a distintas empresas ubicadas en España, Israel, Grecia, Malta y Alemania. Los piratas usaron el ataque informático conocido como 'Man in the middle' que lleva tiempo causando estragos en las pymes españolas.

Según detalla la Policía Nacional en un comunicado, la investigación se inició con la denuncia en Madrid de una empresa española a la que habían suplantado la identidad corporativa a través del correo electrónico, provocando que uno de sus clientes, una empresa Israelí, abonara la cantidad de 16.164,66 euros a una cuenta bancaria ubicada en Dos Hermanas que no está relacionada con ellos.

Esa cuenta está a nombre de la mula detenida. Los agentes comprobaron que esa misma persona estaba relacionada con otras 13 cuentas abiertas a su nombre o vinculadas a sociedades en las que ella constaba como administradora única. Un perfil que no se corresponde con la realidad, al tratarse de una vecina de Utrera de recursos limitados.

El 'man in the middle' es un tipo de ataque informático en el que los piratas interceptan las comunicaciones entre un emisor y un receptor. A los hackers les interesa acceder a correos en donde se intercambie información financiera de tal manera que se hacen con datos como facturas, las cuales manipulan modificando el número de cuenta para que los pagos vayan a una de las que ellos ya han abierto gracias a las mulas. Las víctimas no se percatan del engaño hasta que comprueban que el dinero no ha llegado al destino deseado.

Las investigaciones policiales rara vez llegan a los cerebros de estas estafas que se mueven en la deep web y los agentes, como mucho, sólo pueden identificar a las personas que constan con nombre y apellidos en las cuentas bancarias. Un trabajo de altísimo riesgo al que se exponen personas de pocos recursos a cambio de dinero.

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