Semana Santa de Sevilla 2022: archivo fotográfico
La promesa
Macarena es una promesa hecha palio. Toda entera, luz de los ojos, música de los oídos, tacto de terciopelo, aroma de belleza, gusto de gloria
Itinerario, horarios y recorridos de la Semana Santa de Sevilla 2022
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónMacarena es una promesa hecha palio. Labrada la plata de la esperanza, bordado el hilo de oro de la ilusión, llameante la luz de la fe en que la verás llegar, de que avanzará con aire jaranero hasta donde tú estás, fragantes las flores con ... el aroma de la confianza que inspira con sólo verla.
Macarena es una promesa en los labios: una palabra en la que confiar, una sentencia justa que da gusto escuchar, una frase en la que fijar la voluntad cuando todo parece perdido y la vida te golpea con la saña de quien se crece ante el débil, el descartado al que no le queda más que un hilito verde al que aferrarse, a punto de romperse sin que se rompa del todo.
Macarena es una promesa de ida y vuelta: la de acompañarla, la de hacer con ella el camino, la de alumbrarla con el cirio, la de entrar triunfante en la Roma andaluza, la de acompasar el paso a ese aire jacarandoso con que cruza la calle Feria cuando va de ida y ese cansino paso que marca el triunfal regreso desde San Juan de la Palma cuando la madrugada se ha esfumado y no queda más que la luz de la amanecida. La promesa que obliga, la promesa que ata. La promesa a la Virgen, la promesa de que el Espíritu Santo se queda aleteando como una paloma que no quisiera salir de ese bendito palio granate que cobija la gracia.
Macarena es una promesa de vida. Eterna, como lo es la esperanza: nunca se consume del todo, nunca se apaga, nunca se viene abajo, nunca se deshace, nunca se esfuma. Y esperar su cumplimiento como quien aguarda la misma vida, que el pozo de Siquén entregue su agua viva, que el cedro del Líbano crezca en su torrentera, que la higuera eche paciente sus yemas, que la mano tullida vuelva a quedar abierta. Esperar que la promesa se cumpla, que su espíritu nos inunde y nos crezca por dentro como crece la esperanza en que se cumpla, al fin, la promesa.
Macarena es una promesa hecha palio. Toda entera, luz de los ojos, música de los oídos, tacto de terciopelo, aroma de belleza, gusto de gloria. Prométeme, Macarena, que vendrás hasta mí como yo te prometo esperarte.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete