Unicaja y Liberbank, al borde de anunciar la fusión tras el acuerdo sobre la estructura de poder del nuevo banco

Según las fuentes consultadas por este periódico, la estructura de gobierno del banco resultante quedará en su arrancada como se pactó de inicio. Manuel Azuaga , presidente de Unicaja Banco, será presidente ejecutivo de la nueva firma, mientras que Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, lo seguirá siendo.

La novedad es que en 2023 , cuando llegue la jubilación de Azuaga y se extinga por completo la figura del presidente ejecutivo como quiere el supervisor europeo, la continuidad de Menéndez como consejero delegado (que será quien mande entonces) será sometida a votación por el consejo de administración del banco. Tendrá que ser ratificado. O no. Dependerá entonces de los equilibrios existentes en ese momento en el órgano de gobierno.

Este era el único fleco pendiente en unas negociaciones que se habían retomado en octubre, después de abortarse el año pasado el primer intento de fusión. La división en torno a la estructura de poder afectó incluso al seno de Unicaja Banco, cuyos máximos gestores defendían una postura diferente a la de la cabeza principal de la Fundación Bancaria, máximo accionista.

Pero las presiones desde el Banco de España e incluso el BCE para que la operación corporativa fructificara han sido mayúsculas. El pasado miércoles, un día antes de Nochebuena, el consejo de administración de Unicaja Banco en el que algunos de sus miembros optaban por romper otra vez las negociaciones , decidía darse una prórroga de unos días. Era el primer mensaje de que las aguas podrían volver a su cauce.

Si no hay sorpresas, la unión se realizará con la fórmula de absorción. Unicaja quedará con el 59,5% del accionariado de la entidad resultante y Liberbank con el 40,5% restante. En total, ésta sumará unos 100.000 millones en activos y se convertirá en el quinto conglomerado financiero del país.