El rearme militar da oxígeno a la aeronáutica

En 2021 la contracción del negocio aeronáutico fue sustancialmente inferior, del 3,3%, un descenso añadido que ha dejado las ventas del sector regional rozando los 2.002 millones de euros.

El panorama a partir de este 2022 es muy diferente. «El año próximo va a haber claramente una recuperación y volveremos a la senda del crecimiento», avanza el director-gerente del clúster, Juan Román.

Tras el fuerte bache de dos años de pandemia, la buena noticia es que no se ha perdido nada del negocio en el segmento de Defensa ni tampoco tejido empresarial. Las cadencias de producción de los grandes programas militares, que dejan la mayor carga de trabajo en Andalucía, especialmente en Sevilla y Cádiz, con los aviones de transporte militar A400M y C295 a la cabeza, se han mantenido en las factorías de Airbus y han alimentado las cadenas de suministradores locales. «No han desaparecido empresas, el sector ha resistido», subrayan desde esta asociación empresarial.

Para la aeronáutica de Defensa el panorama es aún más alentador por un acontecimiento indeseado, la invasión de Ucrania por parte de Rusia, un conflicto bélico en las fronteras de la UE que ha impulsado el rearme de Europa. «Ha provocado un brusco giro geopolítico y ha generado un despertar colectivo. Los europeos se han unido como nunca lo habían hecho hasta ahora. Son muchos los que se dan cuenta de que la paz y la estabilidad son frágiles y que deben defenderse». Son palabras de Guillaume Faury, presidente de Airbus, que avalan la nueva estrategia de la UE y la determinación de dotar a la Defensa europea de nuevas capacidades apoyándose en la industria.

Gobiernos como el alemán y recientemente el español —tras la cumbre de la OTAN de Madrid— han anunciado incrementos del presupuesto de Defensa. Antes, el Ejecutivo español ya había impulsado un rearme militar con 4.395 millones de euros para cuatro programas clave de Airbus firmados con anterioridad a la invasión, que alcanzan también a la industria auxiliar.

En el caso de Andalucía, fuentes de Airbus apuntan a dos programas claves ya aprobados que pueden tener impacto en la industria regional: el Eurodrone y la próxima firma de un pedido de cuatro aviones Airbus C295 de patrulla marítima para el Ministerio de Defensa. Este contrato español dejará nueva carga de trabajo en las factorías sevillanas de Airbus en Tablada y San Pablo. Además, al ser aviones de misión «son más complejos y necesitan más horas de trabajo que la versión para transporte militar», explican desde el fabricante europeo. «Estamos trabajando con el cliente en las especificaciones de estos aviones y esperamos firmar lo antes posible», añaden.

En cuanto al Eurodrone, ya se ha confirmado por parte de Airbus que este nuevo sistema aéreo no tripulado, que generará más de 7.000 empleos de alta tecnología en Europa, y que será un componente clave de la industria de Defensa europea, «dejará carga de trabajo en Andalucía». No obstante, todavía no se ha definido la parte del programa que corresponderá a cada planta. Fuentes del sector estiman que las factorías de Airbus de Tablada en Sevilla y el CBC de El Puerto de Santa María en Cádiz han sido elegidas para desarrollar una parte de este proyecto estrella europeo, en el que participan España, Alemania, Italia y Francia.

El Gobierno español dio luz verde a finales del pasado enero en un Consejo de Ministros a la financiación del Eurodrone y a la aprobación del presupuesto (último país que quedaba por liberar su cuota económica). España participa con un 23% y la inversión se la reparten entre los ministerios de Industria, que aporta 1.429 millones, y Defensa, con otros 1.789 millones. En total, el programa de los cuatro países socios asciende a 7.100 millones de euros y está coordinado por la Organización para la Cooperación Conjunta de Armamento, en la que participan países de la UE y la OTAN.

El avión tiene una longitud de 16 metros, una envergadura de 30 metros y una altura de 6 metros. Alcanza una velocidad máxima de 500 km/h y está ideado para tener una autonomía de entre 18 y 40 horas.

Según las previsiones, la factoría sevillana se encargará de la construcción del fuselaje, mientras que la planta portuense realizará el empenaje o conjunto de estabilizadores que van en la cola de esta aeronave. El proyecto se encuentra aún en fase de ingeniería, pero todo apunta a que la fabricación de las primeras unidades arranque a finales de 2023 o principios de 2024. El primer vuelo de uno de los prototipos se espera para 2025.

Por otro lado, el Espacio es otra industria que está despegando en Andalucía, donde ya empresas 100% del sector espacial, como Alter Technology, Solar MEMS Technologies o DHV, están empezando a generar sinergias y a colaborar para desarrollar más capacidades y acceder a nuevos proyectos. El clúster Andalucía Aerospace actúa de catalizador para aglutinar a este tejido especializado e innovador en torno a un objetivo ambicioso: lanzar el primer satélite 100% andaluz. Andalusat es el nombre que se ha dado a este nanosatélite al que aportarán sus capacidades tecnológicas más de quince compañías de la comunidad autónoma. El proyecto ha sido ya presentado a los responsables de la Junta de Andalucía con el objetivo de obtener apoyo financiero público a una iniciativa industrial que pondrá a la región en órbita espacial.