Un convoy de furgonetas 'camperizadas' traerán refugiados ucranianos al barrio del Porvenir

En aquel escenario hay dos treintañeros intentando cerrar la compuerta del remolque a empujones, como quien trata de facturar una maleta con exceso de equipaje. Al carrillo le cuesta cerrar : va hasta la bola. Aunque la escena lo pareciera, no iban cargados de neveras a la playa. Llevaban pañales, gasas, guantes y medicinas , todas las posibles. Y el depósito de la gasolina rebosando , un artículo aún más costoso de conseguir en estos días.

Es todo lo que necesitan para llegar a Leó  polis, ciudad fronteriza ucraniana, desagüe por el que huyen a tierra polaca quienes buscan un refugio. Es ése el punto final, más bien intermedio, que pretende alcanzar el sevillano Álvaro Pérez , junto con otros siete voluntarios . Todos ellos formarán un convoy de furgonetas 'cámper' . Así es como se conoce a los furgones que convierten su espacio interior en una zona habitable. Como si fueran autocaravanas. Entre sus asientos abatibles se esconden sofás, cocinas, lavavajillas y hasta duchas.

La pasión por el windsurf llevó a este sevillano, vecino del barrio del Porvenir , a tierras gaditanas. Y en Tarifa, paraíso del mundillo surfero, creó su propia empresa: Windy Camper , dedicada a 'camperizar' furgonetas. «Hacemos importaciones a la carta . Vamos a Alemania a por ellas y las adaptamos al gusto del cliente . Todos los módulos y muebles de las furgonetas se desarrollan en la propia empresa. Están hechos a medida y se cortan y lijan en nuestro taller. Garantizamos el encaje perfecto ».

Ahora se ha visto obligado a dejar aparcado su negocio , en plena ebullición tras la crisis, para poner rumbo a tierras ucranianas. Su conciencia no le ofrecía otra opción . La madre le había explicado la situación en la que se encontraban unos conocidos suyos, vecinos del Porvenir . Familias ucranianas que trabajan en negocios y en casas del barrio . Todos quisieron ayudar, cada uno a su manera. Incluso intentando contratar en su empresa a un familiar de estos, para conseguir su exilio. «Pero no quiere venir, además de que por su edad no le permiten salir, es que quiere defender su pueblo ».

Hay otros familiares que sí quieren huir del asedio ruso y reunirse con los suyos en Sevilla y Jaén . Y éste joven emprendedor se ha propuesto conseguirlo. Pocas horas después había un mensaje de «SOS Ucrania» circulando por redes sociales y grupos de Whatsaap : «La próxima semana saldrá desde Tarifa un grupo de personas en varias furgonetas con rumbo a la frontera de Polonia con Ucrania para ofrecer ayuda. El objetivo principal es traer a personas que no han podido salir del país . Vamos a recoger alimentos no perecederos, mantas, medicamentos para niños, termos, pañales… Se agradece cualquier tipo de ayuda económica para los gastos del viaje, a 6.700 kilómetros y para comprar medicinas necesarios».

Rápidamente empezaron a recibir donaciones, de particulares y de empresas privadas. Dinero, alimentos, medicamentos... Así empezaron a llenar maleteros de las 'cámpers', hasta que uno de ellos los puso en contacto con la  iglesia ucraniana de la calle Santa Clara , que canaliza la gran mayoría de donaciones que la población sevillana está realizando para la causa. Entonces tuvieron que echar mano del remolque, para transportar todo lo posible. Y también han recibido ofrecimientos: tienen veinticinco hogares entre Sevilla y Cádiz dispuestos a acoger a los refugiados.

El convoy terminó partiendo el pasado viernes con cinco furgonetas y una autocaravana . Tienen treinta plazas , ya comprometidas, para el viaje de vuelta. Esperan llegar entre hoy y mañana al punto de recogida. No quieren estar mucho tiempo en la frontera: « Entregaremos el material e intentaremos salir rápidamente con los refugiados». La segunda protagonista de la escena del Porvenir era Sonseray Molins , que controlará desde Sevilla todo el viaje. Es quien ha gestionado todas estas donaciones y quien trata de encontrar puntos de pernoctación para el viaje de regreso. «Hemos hablado con las embajadas y por el momento vamos a conseguir casas temporales y en algunos casos gestionaremos sus acogidas ». Calculan que, al precio actual de la gasolina, tendrán unos 3.000 euros de consumo . Han reunido algo más de mil en donaciones , por lo que este compromiso no sólo les requerirá un esfuerzo personal...