Todo ocurrió el seis de agosto de 2017, cuando el acusado subió en Sevilla al autobús que hace el recorrido Cádiz-Murcia. ... El denunciado se sentó junto a la menor, pidiéndole que la dejara apoyarse sobre su hombro, a lo que aquella accedió extrañada.
A partir de ahí se aprovechó para someterla a tocamientos diversos por varias partes del cuerpo y a hacerle comentarios del tipo de que tenía unos pechos muy bonitos.
Esos abusos no cesaron pese a que la chica mostrara su disconformidad con los mismos.
Al llegar a Murcia, la menor contó lo ocurrido a su madre, que la esperaba en la estación de autobuses, tras lo cual dio aviso a la Policía, que procedió a la detención del acusado.
La sentencia condena al acusado, como autor de un delito de abusos sexuales, a la pena de dos años de cárcel y a pagar a la perjudicada una indemnización de 1.500 euros por daños morales, además de quedar obligado a seguir programas de educación sexual.
El tribunal ha accedido a concederle la suspensión de la pena privativa de libertad durante tres años a condición de que durante ese tiempo no vuelva a cometer delito alguno y abone la indemnización.
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