Desde el primer momento, el carnicero lanza una advertencia clara: «Si vais a comprar carne picada y la máquina la tienen limpia…», comienza diciendo con un tono didáctico, mientras muestra el aspecto de su propia picadora. Lo que viene a continuación sorprende incluso a los clientes más veteranos.
Consciente de que su consejo podría generar polémica entre algunos compañeros de gremio, no duda en anticiparse: «Sé que más de uno se me va a echar encima pero bueno, es lo suyo, lo legal», afirma antes de comenzar una pequeña demostración práctica con un trozo de carne.
Tras la confesión, toma una pieza concreta de magro de cerdo y la coloca en la báscula: «Mira, este trozo de magro de cerdo pesa 305 gramos», indica, dejando la cifra bien clara para los espectadores.
Acto seguido, explica su manera de proceder en el día a día de su negocio: «Yo si viene un cliente hasta que no la pico no se la marco», es decir, no cobra la carne hasta que no ha pasado por la picadora. Y entonces plantea la gran pregunta: «¿Por qué?», antes de comenzar con la explicación técnica. «Ahora lo vais a ver, os lo voy a demostrar», asegura.
El siguiente paso es mostrar el interior de la máquina para que nadie tenga dudas: «Dentro no hay nada, está limpia», dice mientras enfoca con la cámara. Después introduce los 305 gramos de carne y la pica. El resultado es revelador: «Picamos la carne, acordaros que eran 305 gramos», repite, recordando la cantidad inicial. Una vez termina de picarla, vuelve a pesar el producto ya triturado. Lo que muestra la báscula sorprende: 225 gramos.
«Hay más de uno que ha cogido y ha marcado lo que es la carne picada», denuncia el carnicero, señalando una práctica muy extendida: pesar la carne antes de picarla y cobrar por esa cantidad sin tener en cuenta la merma. En otras palabras, el cliente podría estar perdiendo 80 gramos por cada 300 que compra, lo que supone más de un 25% del peso. Una diferencia significativa, especialmente cuando se trata de productos vendidos a un precio elevado por kilo.
El consejo final: pesar siempre después de picar
La conclusión del carnicero es clara y directa: «Está mangando 80 gramos en la primera picada», afirma sin tapujos. Y finaliza su vídeo con una recomendación sencilla pero fundamental para cualquier comprador habitual de carne picada: «Por favor, siempre que os piquen la carne picada, que os la pesen cuando está picada».
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete