El Real Madrid se va de puente y no puede con el Olímpic de Xátiva

El Olímpic de Xátiva cumplió su parte del guión en los primeros cuarenta y cinco minutos. Mucha ilusión y muchas ganas ante el todopoderoso Real Madrid . No en vano, se trababa de un acontecimiento histórico para una población de apenas 30.000 habitantes y un modesto equipo que tiene como grandes logros tres ascensos a Segunda B (1977, 1988 y 2011). Los valencianos son un equipo bien plantado, con un buen trato del balón y generoso en el esfuerzo. Pero no se les puede pedir más. Cuando llegan a tres cuartos de campo se les baja la persiana. Lo más que sacaron de provecho en la primera mitad (y en todo el partido) fue un par de saques de esquina sin consecuencias y una porfía entre Marenyá y Nacho en la frontal del área en la que reclamaron un penalti que Fernández Borbalán no señaló. El canterano le sacó el balón limpio al media punta del Olímpic. Acertó el trencilla andaluz.

El que no se presentó al rodaje en el primer acto fue el conjunto de Ancelotti. Lento, apático, sin claridad de ideas y como si el partido no fuera con ellos. Los Isco, Jesé, Di María, Morata y compañía, nada de nada. Apagados o fuera de cobertura. Su hoja de servicios hasta el descanso presentaba un solo remate entre palos: un inocente cabezazo de Casemiro , tras centro del argentino, a las manos de Francis. Ni mucho menos esa pírrica ocasión compensaba el precio de la entrada. Si le llegan a ofrecer en el descanso a los 6.000 agraciados con el «Gordo» en La Murta devolver el boleto la estampida hubiera sido de aúpa. Menudo tostón de partido. Han emitido en televisión películas en la sobremesa del fin de semana más divertidas que la primera parte en Xátiva.

Isco y poco más

Ancelotti también debió «dormirse» con los soporíferos cuarenta cinco primeros minutos del Madrid en la Copa 2013-14 y decidió mover ficha tras el descanso. Arbeloa dejó su sitio a Marcelo y Di María, en el minuto 55, hizo lo propio con Benzema. Ambos cambios y unas gotas de calidad de Isco le dieron otro aire al equipo blanco que disfrutó de tres llegadas con peligro de manera consecutiva. La más clara, en el minuto 65, con el andaluz y Morata como protagonistas. Brillante acción de Isco que se marcha de tres oponentes con dos fintas de ensueño, asiste a Morata con un genial pase mirando al tendido, pero el canterano en el mano a mano con Francis la echa fuera. Eran los mejores minutos del Madrid y del 23 blanco, pero Ancelotti «cortó el rollo» sustituyendo al malacitano por Modric en el minuto 75. Ahí murió el partido. Fuera Isco, se acabó el poco Madrid que vimos en La Murta. De ahí al final del partido, otra vez la nada. Si no se han ido de puente, como el Madrid, vean este domingo el telefilme mientras hacen la digestión. Lo pasarán mejor. Y ya tiene mérito.