San Mamés y Cristiano vuelven a verse las caras

Fue en la jornada 22 de Liga, el 2 de febrero de 2014, cuando en el minuto 75 de partido, y con 1-1 en el marcador, el luso tuvo una riña con Gurpegui e Iturraspe tras reclamar un penalti por mano del central vasco: «En el minuto 75 el jugador (7) Dos Santos Aveiro, Cristiano Ronaldo fue expulsado por el siguiente motivo: golpear con la mano en la cara de un contrario, estando el juego detenido. Tras haber sido expulsado el dorsal 7 del Real Madrid CF, Cristiano Ronaldo Dos Santos Aveiro, y mientras se retiraba del terreno de juego, se golpeó varias veces con la palma de la mano en la cara, dirigiendose al cuarto árbitro», escribió Ayza Gámez, el colegiado de aquel partido.

Aquella redacción tan dura del acta, y errónea desde el punto de vista blanco, provocó que Cristiano fuera sancionado con tres partidos, uno por la agresión y dos por el supuesto menosprecio, a pesar de los innumerables recursos del Madrid, que incluso llegó a acusar al Comité de Competición de actitud «torticera», un calificativo que no sentó nada bien al organismo y que no ayudó demasiado a la hora de rebajar la pena. Ni siquiera la nevera de un mes para Ayza fue consuelo para la entidad merengue . Ni para Cristiano, que trece meses después, y con media Liga en juego, vuelve a territorio hostil.