Ozil rompe con su padre y reconoce su error de dejar el Real Madrid

En el club inglés le pagan, dicen, ocho millones anuales. Pero es que el Madrid le ofreció siete por temporada. Marcharse del Madrid le impidió adjudicarse la Champions y la Copa del Rey. Y la trascendencia mediática de los partidos y de los éxitos en la casa blanca no tienen comparación. Lo más grave es que, con las primas por los triunfos y la publicidad, Ozil habría ganado mucho más dinero en el Madrid que lo que ha recibido en el Arsenal. A eso se le llama visión de futuro y de mercado. Y hoy sería líder de la Liga y favorito de la Champions con el Madrid.

Fue Mustafá el que rompió las relaciones con el Madrid en la primavera de 2012, al salir del Bernabéu con las cajas destempladas después de negociar con el club. En la puerta jaleó públicamente ante la prensa que era inadmisible que su hijo no cobrara ocho millones anuales, los que le ofertaba el Arsenal.

El padre negoció con el equipo británico, que pagó los 50 millones que pedía el Madrid. En la entidad madridista no querían, ni quieren, a un jugador que desee marcharse. Pocos son los que prefieren otro equipo. Y se les abre las puertas. Pagando claro, el traspaso consiguiente. Con un precio real, objetivo, de mercado. Se acabaron los regalos en el Real Madrid. Ahora cobra por sus jugadores con el mismo criterio que paga sus fichajes. Di María tuvo que traer 80 millones, abonados por el Manchester United. Y el Nápoles tuvo que abonar 50 por Higuaín.

El Arsenal satisfizo los 50 millones por Ozil. Y ahora se lamenta. Khedira, más listo, se lo piensa. No se cierra las puertas para renovar por tres años. Finaliza contrato en junio. El Madrid estudiará tranquilamente su continuidad. Le observará jugar durante toda la campaña y decidirá.