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Florentino Pérez: «Carlo, un día usted será mi entrenador»

El italiano desvela conversaciones con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, en las que tenían claro que unirían sus destinos

Florentino Pérez: «Carlo, un día usted será mi entrenador» efe

tomás gonzález-martín

Ha sido cocinero (futbolista) antes que fraile (entrenador). Es la mejor manera de triunfar en ambas misiones. Carlo Michelangelo Ancelotti (Reggiolo, Italia, 1959) nació en una familia humilde, de agricultores, y el sacrificio fue una norma de su vida. Ese esfuerzo le hizo ... grande como jugador y como técnico. Desde pequeño, mientras sus padres se encargaban de la cosecha, tuvo un sueño: el fútbol. Quería ser «giocatore». Consiguió su meta. Centrocampista de potencia física, corte y confección, se hizo en las categorías inferiores del Parma, club con el que debutó profesionalmente (1976-79) antes de ser un líder en el Roma (79-87). El revolucionario Sacchi lo fichó para ser el eje estratégico del gran Milán (1987-92). Arrigo vio en Carlo a un hombre que sería lo que quisiera en el fútbol. Sabía aplicar muy bien las tácticas y dirigía a sus compañeros. Estaba predestinado. Después de colgar las botas sería técnico. Sacchi lo definió como nadie: «Le enseñé a moverse en el centro del campo para realizar la misión que yo quería y resultó que pensaba más rápido que nadie. Era el más listo, lo cogía todo a la primera. Ya era un perfecto entrenador en el campo».

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