Mikecrack: «Siempre he sido un friki, de pequeño sufría bullying pero no me daba cuenta»

El alumno aventajado ha destronado al rey absoluto. El histórico sorpasso tuvo lugar hace apenas tres meses. Actualmente, Mikecrack cuenta con 43,7 millones de suscriptores, mientras que El Rubius cuenta con 40,3. Una cifra que le reporta mensualmente en torno a 500.000 euros. Además, la diferencia entre uno y otro se va acrecentando mes a mes. Mike, o sea Miguel, cada vez cuenta con más proyectos que giran en torno al popularísimo can y sus no menos conocidos compas. Serie animada, libros y ahora un espectáculo que mezcla aspectos del teatro, la realidad virtual y del musical.

'Mikecrack y la Superarma Secreta', que así se llama la novedosa propuesta de entretenimiento, llega este próximo domingo al escenario del Cartuja Center Cite. Sobre esta nueva aventura y otros aspectos mucho más personales, habla en esta entrevista Miguel Bernal, antiguo estudiante de biotecnología y friki de manual, tal y como él mismo afirma a lo largo de la charla.

-La venta de entradas para su espectáculo en Sevilla va a muy buen ritmo, apenas quedan 200 entradas para hacer sold out. ¿Cómo define el espectáculo 'Mikecrack y la superarma secreta'?

-Básicamente consiste en llevar a un entorno real el universo que he creado en mi canal de Youtube que se llama 'Las perrerías de Mike', que es una serie animada autoproducida. La gente que asista va a formar parte del show de esta nueva aventura y va a poder interactuar de forma real con los personajes porque, aunque son animados, gracias a una tecnología que hemos hecho de pantallas y un casting de actores reales disfrazados, vamos a hacer como una especie de saltos de los actores, que salen de la pantalla para estar físicamente en el escenario. Es una experiencia muy divertida, de comedia, disfrutable para toda la familia, en la cual también hay un componente importante a nivel musical que los más pequeños conocen de sobra y podrán estar prácticamente como en un concierto, cantándolas a todo pulmón y emocionándose con toda la trama.

-¿Cuál es el perfil de los seguidores de Mikecrack?

En mi canal de Youtube el público es muy diverso, con un rango de edad muy grande, pero concretamente en la animación 'Las perrerías de Mike' el público es más joven, tiene una media de unos nueve años, entre siete y doce.

-¿En qué país siguen más las andanzas de Mikecrack?

Pues mira, en Perú prácticamente todos los niños son fans, pero en términos absolutos, al tratarse de un país más pequeño quizás las cifras no repercuten tanto como las de México o Argentina. También tenemos muchos seguidores en Colombia, Ecuador, Chile, Uruguay, Estados Unidos e, incluso, en Brasil.

-¿Y España?

En España solo tengo el diez por ciento de todos los que me ven. En términos absolutos estaría a la altura de Perú. Dentro de España, Sevilla es una de las ciudades donde tengo más público y más gusto.

-¿En qué momento se da cuenta de que puede vivir de esto? ¿Empezó como un hobby o desde el principio tenía claro cuál era el objetivo?

Sabía que si lo hacía bien podía vivir de esto perfectamente porque ya había precedentes. Al principio iba muy poquito a poco, el primer año cobraba unos veinte euros al mes. Pero la tendencia siempre fue positiva. Si ves que un día cobras veinte, al mes siguiente cuarenta y luego cincuenta es que va todo bien.

-¿Cómo es la jornada laboral de un youtuber?

Es complicado de explicar porque la jornada no está definida. Cuando me voy a dormir me pongo el despertador para intentar dormir unas seis u ocho horas, según cómo de tarde me haya ido a la cama, unos días a las doce de la noche y otros a las seis de la mañana. Cuando me levanto toca poner al día las redes sociales, las notificaciones, sobre todo también la parte de empresa, tanto los que trabajan conmigo (editores, animadores, músicos, guionistas) como compañeros que hacen vídeos. Hago un plan de trabajo, a lo largo de la mañana trato de dejar resuelto todo el papeleo, revisar los guiones, las animaciones, para que luego ellos reciban el feedback y se puedan poner a trabajar. Y por la tarde lo que intento es ayudar a mis compañeros a grabar sus vídeos, a alguna cosa para mí, etc. Casi todo se basa en revisar y revisar, porque cada cosa que no reviso está parada. Aparte de todo eso, intento sacar algún hueco para hacer algo de deporte y parar para comer, por supuesto. Es como jugar a ser un hombre de negocios.

-¿Jugar? Factura casi como una multinacional.

-(Risas) Procuro tomármelo con esa filosofía. Para no volverme loco intento hacerme ver a mí mismo que todo es una especie de juego, que hago lo que me gusta.

-Hay quien ha bautizado a Mikecrack como el Mickey Mouse de la actualidad.

-No, más bien como los payasos de la tele de ahora. Primero porque me apoyo mucho en la parte musical, y segundo porque intento transmitir unos valores, me mojo un poquito más. Diría que Mickey Mouse y todas esas superproducciones tipo Hollywood son un poquito más frías y desalmadas.

-El que pasa mucho tiempo en casa, delante del ordenador, consumiendo contenido de Youtube y con videojuegos, ¿es un inadaptado o más bien todo lo contrario, un adaptado a los nuevos tiempos?

-Es una buena reflexión que nunca me había parado a pensar. Yo creo que hay gente para todo, entonces no sería correcto juzgar simplemente por unos hábitos. Hay personas que a lo mejor son más caseras y gente que le gusta más estar fuera. Lo que sí creo es que no hay que irse a ningún extremo, el equilibrio es lo correcto. Obsesionarse por estar siempre fuera y que todo tenga que ser real, o al revés, estar siempre encerrado en una especie de burbuja consumiendo contenido digital…creo que ninguna de las dos tiene que ser necesariamente la respuesta correcta.

-Sé que este término puede tener una connotación peyorativa, pero yo este caso no se la quiero dar. ¿Se considera friki?

-Soy consciente de que puede sonar mal, pero yo siempre he dicho que soy friki. Friki de Star Wars y otros universos cinematográficos, de series de animación, etc. Yo celebraba el día del orgullo friki y me molaba. Pero no me gusta cuando se dice porque suena como una forma de decirte que eres rarito, despectivo. Pero sí lo soy.

-De pequeño era popular en clase, en la adolescencia parece que la cosa fue cambiando.

-Yo siempre he sido llamativo porque desde pequeño tengo un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entonces tengo una forma de comportarme un poco peculiar. Yo hacía muchas travesuras, la liaba muchísimo, pero nunca con malicia. Entonces, aunque era el más pesado de todos, los profesores y los compañeros me querían muchísimo. Luego, un poco más mayor, me convertí en un poco más rarito, pero no dejaba de ser el que todos miraban, algo así como el payaso de la clase. Popular era, me conocían niños de otros cursos; ahora, no sé cuánto era positivo y cuánto era negativo. Mi padre me dice que yo he sufrido bullying, lo que pasa es que no me daba cuenta. Yo creo que bullying no, porque el bullying tiene que tener una componente bidireccional, tienes que ser buleado y tú tienes que sentir que te lo hacen. Si yo no lo percibo, no puedo sufrirlo. Pero bueno, en cualquier caso, al final los frikis nunca estuvimos solos.

-Hace un momento ha comentado que el perfil de Mikecrack tiene mucho de los Payasos de la tele, que intenta educar. ¿Qué opinión le merece al creador de Mikecrack el comportamiento de Rubiales y toda la polémica que se ha generado posteriormente?

-Pienso que para juzgar este tema hace falta más información de todas las partes. Lo que sí creo es que nos debería hacer reflexionar a todos es el por qué de esto se habla tanto y, por ejemplo, en el mundial de Qatar del año pasado nadie la voz aun sabiendo que miles de inmigrantes habían sido explotados durante la construcción de los estadios y más tarde, además, una organizadora de FIFA de México fue violada y el gobierno de Qatar la condenó posteriormente a latigazos y a prisión. Me parece muy curioso cómo cuando a la gente le interesa habla y cuando no, no. Creo sobre eso es sobre lo que de verdad debemos reflexionar y que me parece que es algo que dices aquí falla algo. En este caso no voy a opinar porque no conozco bien los hechos, pero sí quiero dejar constancia de que me parece llamativo que no vi tanto revuelo cuando sucedió lo de Qatar.