Alex Rigola: «Hay una 'Hedda Gabler' en cada uno de nosotros»
El director estrena este fin de semana en el teatro Central la obra Henrik Ibsen para sólo 80 espectadores por función
Teatro Central Sevilla: programación, entradas y taquilla
Alex Rigola, el director catalán, vuelve a Ibsen y recupera el texto de 'Hedda Gabler' en el Teatro Central
'Hedda Gabler' es una de las obras teatrales más exitosas del dramaturgo noruego Henrik Ibsen, a quien se le conoce más por piezas como 'Casa de muñecas'. 'Hedda Gabler' es un retrato realista y psicológico de la alta sociedad de finales del siglo XIX, ... es la historia de mujer obsesionada con el aburrimiento en que naufraga su vida, y de una persona en resumidad cuentas, tóxica.
Álex Rigola vuelve a Ibsen, en esta ocasión para explorar la contradicciones de este personaje femenino, que en la obra que se puede ver los días 20 y 21 en el Teatro Central de Sevilla, encarna la actriz Nausicaa Bonnín.
En esta ocasión, además Rigola quiere que la obra se pueda disfrutar desde un modo más íntimo, pues las cuatro sesiones planteadas, el viernes y el sábado que han agotado localidades, sólo podrán verla ochenta personas por función.
«Usamos la misma caja que usamos en 'Vania' porque es donde yo me encuentro más confortable trabajando. Mi teatro se ha ido reduciendo sobre todo a la palabra y al trabajo de actor, prescindiendo de toda una estética que antes se encontraba primordial y ha llegado a una reducción de lo que hago ahora. Esto nace a que antes de hacer 'Vania' en 2018, donde yo más disfrutaba era en los procesos de ensayo y en los trabajos de mesa que se hacen los primeros quince días, sobre todo por la cercanía que hay con los actores, donde ellos se permiten no tener que proyectar voces, y estar muy pendientes de lo que quieren como personaje. En ese momento se crean una escenas con una energía que luego cuando vas a una sala grande de trescientas personas, difícilmente regresa. Y para la mi la frustración era que lo más maravilloso que me estaban dando los actores, me lo quedaba yo, y no podía transmitirlo al público. Y de ahí nace la necesidad de construir, primero esta caja, y ahora en 2023 en Barcelona hemos construido un teatro con estas dimensiones».
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ContinuarSe refiere Rigola al Heartbreak Hotel, una pequeña sala con programación permanente que está situada en una antigua nave industrial en la plaza de la Olivareta, en el Badal, una antigua zona industrial de Barcelona en la que no había teatros. La obra que se ha representado en catalán en este teatro barcelonés, será en Sevilla la primera vez que se hace en español, «los actores, han tenido que volver a aprenderse el texto», dice Rigola.
«Hemos abierto el teatro con la reposición de 'Hedda Gabler' porque para nosotros esta obra es un ejemplo muy bueno del trabajo que queremos hacer como actores. Estas dimensiones pequeñas donde todo es íntimo, y donde el espectador es un privilegiado porque los tiene a una cercanía donde no están habitualmente. Además, tu puedes estar en la fila uno de un teatro de quinientas plazas, y el actor tiene que trabajar para esas quinientas personas, así que proyecta la voz y trabaja de una forma que difícilmente te va a conmover de la misma manera que en un espacio pequeño. En la búsqueda de este encuentro con el público hemos llegado a unas dimensiones que son las correctas para nosotros, para que tu puedas acceder a algo tan privado que es casi como un ensayo. Los actores llegan vestidos como están por la calle, y todo está centrado en su arte«.
Álex Rigola no cree que el espectador de teatro se haya convertido en algo pasivo, «para nada, sólo que después de treinta años de carrera es una insistencia mía en mostrar algo especial y sentirme confortable, así que prefiero los espacios íntimos porque así compartes energía con los actores».
En esta nueva y contemporánea versión de 'Hedda Gabler' Rigola nos presenta unos personajes, «que descubren que doscientos años después el malestar sigue siendo el mismo. Lo importante es como accionamos, es decir, lo que conocemos como una persona tóxica, que no se producen porque sí, sino porque hay un malestar creado seguramente por cómo tenemos que llevar nuestra vida. De hecho 'Hedda Gabler' habla sobre la toxicidad, pero no sólo del personaje prioncipal, sino también del resto de los personajes, que de alguna forma son igualmente tóxicos, incluso consigo mismos. Habla de cómo la sociedad se encierra por las drogas o el alcohol, ahora son más los móviles..., buscamos cómo anularnos por la tensión del día a día«.
El director cree que el teatro no debe cambiar esas 'reglas del juego', «el teatro muestra, es el ser humano quien tiene que decidir como acciona. Lo que ocurra es que mostrando algo haces foco en algunos problemas como sociedad, y lo bonito de esta 'Hedda Gabler' es que en todos los personajes estás tú, y cuando no sabes diferenciar si está hablando el actor o el personaje, cuando se supera esa línea..., es la gracia del formato pequeño, que puedas entrar en conexión con la vida, más que con una simple representación«.
A pesar de todo, la sociedad no está por la labor de cambiar nada, reconoce, «estamos en un sitio incómodo para todos. El teatro resulta incómodo para el poder, no por la cantidad de espectadores que lleva, claro. Además, el teatro debe seguir existiendo como compromiso social. Mi búsqueda en los últimos años es más existencial que política, lo que no sé es dónde se separa todo esto. El cómo somos hoy tiene mucho que ver con nosotros mismos, más que con el poder. Nosotros somos los que estamos permitiendo y aceptando unas reglas de juego controladas más por el poder económico que político«, dice el director teatral.
'Hedda Gabler'
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Dónde: Teatro Central
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Dirección: Avda. José de Gálvez, 6. Isla de la Cartuja
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Cuándo: 20 y 21 de octubre
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Horario: 19:00 y 21:00 (ambos días)
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Precio: 22 euros
A pesar de todo, Rigola se siente afortunado porque ha podido trabajar en lo que quería, «claro que he dejado cosas con dolor en el camino, muchas cosas. Todos tenemos nuestra 'Hedda Gabler' dentro de nosotros mismos. Lo más increíble de las personas tóxicas es que nos las ves venir, sólo te das cuenta cuando ya está sucediendo y estás en un momento traumático. Esta compañía se llama 'el hotel de los corazones rotos', entendiendo la cultura como un espacio de reparación, de sanar, y para ello hay que poner encima de la mesa cuáles son las heridas, y para plantear situaciones uno lleva las cicatrices. La cultura es sanadora«.
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